©Antoine Lorgnier
Cork, construida sobre dos afluentes del río Lee y dividida por canales, es la tercera ciudad del país. Ciudad rebelde y popular, siempre ha luchado contra la opresión británica. Huele a brisa de mar y en ella se siente la alegría de vivir. No te pierdas la iglesia protestante de Santa Ana en el barrio de Shandon, famosa por su campanario en forma de pimentero. Este barrio ha sabido conservar su autenticidad y rebosa de callejuelas y antiguas tiendas de colores. La calle Saint-Patrick, un canal cubierto, es la más animada. La ciudad vieja,The March, al oeste del mercado popular de Coal Quay, sigue siendo bastante auténtica y conserva la cultura gaélica.
En el 2005, Cork fue capital europea de la cultura.