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Al oeste de Shannon, las rocas pulidas del curioso desierto calcáreo de Burren, con numerosas grutas y cursos de agua subterráneos, son las últimas huellas de la erosión de los glaciares. El resultado es un paisaje lunar que ha dado lugar a numerosos cuentos y leyendas, ya que las fallas cavadas en la llanura parecen inmensos surcos dejados por carros gigantes.
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Las colinas calcáreas del Burren El Burren es una extensa llanura calcárea de cerca de 300 km2.
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La costa irlandesa Vista de la costa cortada al oeste de la isla
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El desierto calcáreo del Burren Su aspecto es insólito: las grinkes, fisuras lineares, fragmentan el terreno formando grandes placas llamadas clints.
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Vista de la costa cubierta de brezo El brezo es una planta muy resistente que crece en las fisuras del árido Burren.
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El Burren, Irlanda Con sus 250 km2, la región del Burren cubre cerca del 1% del territorio irlandés.
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Las grinkes, región del Burren Las grinkes son fisuras profundas que separan las grandes placas calcáreas. La flora que crece en ellas es increíble, desde plantas locales, a plantas mediterráneas o alpinas.
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Gonzalo González Beneytez
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