Irlanda tiene un gran patrimonio de monumentos megalíticos repartidos por toda la geografía. Este crómlech situado en Drombeg, en el condado de Cork, se conoce como el «Altar del druida».

Los vestigios del pasado repartidos por toda la isla suelen estar formados por una roca metamórfica muy dura y sólida.

Los dólmenes son un tipo de tumba megalítica de la Prehistoria: la mayoría se remonta al período del Neolítico.

El túmulo de Knowth, de más de tres milenios de antigüedad, es el más grande de Brú na Bóinne: es un yacimiento que alberga una tumba del Neolítico.

Los grabados en piedra suelen ser, como en este caso, de un refinamiento inesperado.

Imagen espléndida de un monolito bajo la luz de la puesta de sol.