©Sylvain Grandadam

Los pubs, verdadera institución, son el corazón de la vida social irlandesa. Todo el mundo acude cuando acaba la jornada laboral y en pleno día los domingos. Normalmente están separados en dos partes, el bar (tradicionalmente reservado a los hombres), donde se bebe la pinta de pie, y el «lounge» (mixto), que dispone de «snugs», alcobas que garantizan la intimidad de las parejas. Hay que tener en cuenta que los pubs cierran más temprano que los locales españoles: entre las 23:30 y las 00:30h., dependiendo del sitio. Justo antes del cierre, se avisa a los clientes de que pueden solicitar su última consumición gritando «last call!». Desde la ley de marzo de 2004, no se puede fumar ni en los pubs ni en los restaurantes.