Los paisajes islandeses son fruto de una intensa actividad volcánica que, hasta muy recientemente, fue el origen de la aparición de las nuevas islas (como Surtsey, 1963). Se conocen no menos de 200 volcanes post glaciales y se produce una erupción cada cinco años, de media. La actividad volcánica y geotérmica tiene como ventaja principal proveer la mayoría del territorio de agua caliente. Es por ello que se encuentran piscinas al aire libre, abiertas desde las 7 h hasta las 22 h, donde los islandeses van a relajarse en aguas que se encuentran a 40 ºC. El panorama que ofrece la isla es simplemente único. Geysers, cascadas, glaciales, lagos de lava?múltiples atractivos de Islandia se descubren a lo largo de las caminatas a pie, caballo o en VTT?aunque también nos podemos mover en moto de nieve o haciendo ski de fondo, en invierno.
La fauna se parece a aquellas de otras islas situadas en la misma latitud: muchas aves, poniendo atención en los frailecillos que anidan en los acantilados; y, durante las migraciones, los cetáceos, ballenas jorobadas y las ballenas azules.
En Islandia, el turismo de contacto con la naturaleza es el rey. Un destino perfecto para los amantes y aficionados a las caminatas, la contemplación de la fauna, las actividades en la nieve o, como no, la equitación no tendrán más problema que elegir que actividad prefieren.
Las tradiciones, importantes en Islandia e insólitas para los neófitos, vuelven con fuerza en el país.