Islandia cuenta con muchas estaciones que permiten practicar tanto esquí de fondo como esquí alpino. Cientos de kilómetros de pistas están a tu disposición. Las condiciones para practicar esquí son excelentes: abunda la nieve y el entorno es seguro (incluso para los niños). Por supuesto, todos los equipamientos cumplen con las normas en vigor. Puedes alquilar asimismo todo el material que necesites. Las corrientes del golfo llevan a las zonas altas, un aire frío y seco. Por lo tanto, el cielo está despejado y azul la mayor parte del tiempo. La mejor época para esquiar va de febrero a abril, pero algunas regiones de la isla están cubiertas de nieve durante la mitad del año.
Los estaciones de esquí más grandes son: Dalvik, Siglufjörour y Olafsjörour en el norte, Blafjöll y Skalafell en la región de Reykjavik; Isafjörour cerca de los fiordos del oeste y Oddskaro al este. Se puede acceder a algunos glaciares pero depende evidentemente de las condiciones climáticas.