En las tiendas de Gran Caimán, las adquisiciones más interesantes son las que están libres de impuestos: lujosas joyas, relojes de marca y cristal inglés. Las joyas de coral negro son una de las especialidades del archipiélago. Los coleccionistas pueden encontrar magníficas piezas provenientes de los restos de naufragios de los siglos XVI y XVII. Por todas partes se encuentran coloridas telas de algodón y otros recuerdos relativamente baratos. Por lo general, los comercios abren de 09:00 a 17:00, durante la semana.
La comida es bastante cara, pero no decepciona. Los restaurantes de George Town y Seven Miles Beach, sirven tanto especialidades tex-mex típicamente americanas, generosamente regadas con cerveza, como deliciosos platos locales. La elección está en manos del cliente, aunque el Caribe quizás se preste más a degustar pescado fresco, crustáceos y frutas tropicales.
Al igual que en Estados Unidos, en los restaurantes es común y está bien visto dejar una propina del 15% del importe de la cuenta cuando no se incluye el servicio. Pese a que se trate de un destino muy turístico, está terminantemente prohibido hacer topless en las playas del archipiélago. Las leyes que regulan la protección de los fondos marinos son muy estrictas. Por ejemplo, está prohibido recoger coral o esponjas. Las multas son cuantiosas y las sanciones pueden comportar incluso penas de prisión.
Se puede programar tranquilamente un viaje a las Caimán fuera de la alta temporada turística, comprendida entre octubre y finales de abril. Dejando aparte el riesgo de paso de algún ciclón, el clima es igualmente agradable. De este modo, la estancia será más tranquila y también más asequible, ya que entre abril y octubre, la temporada baja, el sector hotelero reduce sus tarifas; un detalle nada desdeñable visto el elevado coste de la vida en estas islas.