Geográficamente, el archipiélago de las Islas Salomón está ubicado entre Papua-Nueva Guinea y las islas Salomón independientes, cuyo territorio incluye al archipiélago de Santa Cruz, correspondiente a la provincia de Temotu. Así pues, las Islas Salomón están ubicadas en la zona de Melanesia, conformando junto a Polinesia y Micronesia una de las identidades cultuales más importantes de todas las islas del Pacífico. Este país insular, cuya superficie total (incluyendo tanto sus aguas como sus islas) podría compararse con la de Albania, está formado por numerosas islas, siendo las más importantes Choiseul, las islas de Nueva Georgia, Santa Isabel, las islas de Russel, las islas Florida, Malaita, Guadalcanal, Sikaiana, Maramasike, Ulawa, Uki, San Cristóbal, Santa Ana, Rennell y Bellona y las islas Santa Cruz. No obstante, entre los turistas y visitantes extranjeros, las dos islas más frecuentadas son Guadalcanal y Malaita.
Según los expertos, este país insular independiente pero de soberanía británica fue habitado desde hace aproximadamente 28.000 años, siendo descubierto por el explorador español Álvaro de Mendaña en el año 1568. La isla de Guadacanal, en donde se encuentra la capital, Honiara, fue llamada de este modo en honor al Mariscal de Campo de la expedición española, Pedro Ortega de Valencia, originario de esta pequeña localidad de la Sierra Norte de Sevilla. A mediados del siglo XX, las Islas Salomón fueron el teatro de operaciones de diferentes acciones militares durante la Segunda Guerra Mundial, haciendo de base operaciones de los Aliados que combatían contra las fuerzas del Japón Imperial. En 1978 el país alcanza su independencia frente al Reino Unido, aunque seguiría formando parte de la Mancomunidad Británica de Naciones (British Commonwealth of Nations), reconociendo a la reina Isabel II como soberana de las islas. A pesar de esto, las Islas Salomón son uno de los países más pobres de Oceanía, recibiendo numerosas ayudas financieras de otros estados, principalmente de Australia. Al margen de esto, el paíos es también conocido por su delicada estabilidad política. La mejor prueba de esta realidad se vio en el año en el año 2003, cuando el gobernador general de las Salomón tuvo que pedir ayuda a la comunidad internacional para mantener la paz en el territorio.
El archipiélago de las Islas Salomón es conocido en todo el mundo por sus excepcionales lugares para la práctica del submarinismo, especialmente debido a la gran cantidad de vestigios ocultos bajo la superficie que datan de los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, pero también gracias a la presencia de hermosos arrecifes coralinos que invitan a perderse en sus profundidades.
Honiara, la capital de la isla, cuenta con una población de 68.000 habitantes. La ciudad fue enteramente reconstruida tras el conflicto armado para servir como capital, sustituyendo a la anterior, totalmente arrasada por los bombardeos, ubicada en la isla de Tulagi. Las cataratas de Mataniko, situadas a unas dos horas de marcha de Honiara, son uno de los atractivos turísticos más populares entre los visitantes extranjeros. La montaña que se encuentra en las cercanías de este espectacular salto de agua, cuenta con varias cuevas y cavernas aptas para su visita. Buena parte de las islas que conforman el país están muy poco habitadas y su desarrollo a nivel de infraestructuras es mínimo, ofreciendo en cambio esplendidos paisajes recubiertos de una frondosa vegetación.
No obstante, por encima de todo, la principal atracción turística de las Islas Salomón son sus playas. Paradisiacos arenales de arena blanca y fina rodeadas de aguas color turquesa como las de una típica postal tropical que cautivan a miles de viajeros incluso mucho antes de haber podido disfrutarlas. El ecoturismo es otro filón relativamente importante dentro de la industria turística del archipiélago. Un buen ejemplo de ello lo encontramos en la enorme laguna de Marovo, ubicada al oeste del archipiélago, la cual cuenta con una superficie de nada menos que 700 kilómetros cuadrados. En sus dominios existe un complejo ecoturístico respetuoso con el medio ambiente para los viajeros que quieran disfrutar de este regalo de la naturaleza. La belleza de este lugar es tal que ha sido reconocido como Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Para traer: artesanía local (pareos, bordados, cestería, cerámica, objetos de madera tallada), joyas de nácar, perlas, conchas, especias, música folclórica. No hay mucha costumbre de regatear los precios. Las tiendas están abiertas, por lo general, de 09:00 a 17:00 de lunes a viernes y de 09:00 a 12:00 los sábados.
La cocina local no es muy variada, salvo en lo que pescados y mariscos se refiere, ya las cálidas aguas del océano Pacífico procuran un gran abastecimiento. Estos suelen ser pescados en las proximidades de la costa a la manera tradicional, siendo degustados bien frescos. Los platos más comunes son los dulces de tapioca y los purés hechos con taro. Ahora bien, en los hoteles hay numerosos restaurantes de cocina europea y asiática que sirven platos bastante buenos. Las pequeñas tascas y restaurantes locales así como los puestos de comida de los mercados con sus característicos olores, harán las delicias de quienes gusten descubrir nuevos sabores y vivir experiencias inéditas. La venta de bebidas alcohólicas está fuertemente controlada e incluso prohibida en algunas provincias.
La artesanía de las islas Salomón tiene gran fama, siendo las esculturas de madera tallada una de las piezas más destacadas. De igual manera, la música, especialmente aquella que se interpreta con las tradicionales flautas de bambú, tiene un lugar muy destacado el folclore local. A pesar de la conversión masiva de sus habitantes a la fe cristiana, el culto a los ancestros aún se practica ampliamente en los pueblos y medios rurales. Según las creencias ancestrales, el alma de los difuntos se reencarna en aves, reptiles o tiburones, por lo que estos animales son sagrados, estando totalmente prohibido el consumo de sus carnes. Ten cuidado y procura respetar las tradiciones y prohibiciones característicos de estos pueblos, especialmente evitar vestir con ropa demasiado corta y/o escotada.
La cultura de los habitantes de las Islas Salomón se encuentra fuertemente influenciada por la de los vecinos pueblos polinesios. A lo largo del archipiélago se hablan nada menos que unos 60 dialectos diferentes. El ritmo de vida es bastante calmo en las islas, siendo bastante diferente del de las ciudades. Durante tu estancia, seguramente experimentes un ralentí en el ritmo de vida al que estás habituado.
Las Islas Salomón se caracterizan por contar con un clima tropical bastante húmedo, regulado por los vientos alisios que soplan desde el Sudeste. Las temperaturas medias en el archipiélago varían entre los 24 y 28 grados a lo largo del año. No obstante, pueden apreciarse tres estaciones en las islas. La estación de las lluvias se desarrolla entre los meses de noviembre y abril, y está se caracteriza además de por las precipitaciones por estar acompañada de una atmosfera pesada y casi asfixiante por la humedad, siendo un fenómeno muy común las tormentas que tienen lugar en las últimas horas de la tarde. La época en la que existe mayor riesgo de ciclones tiene lugar entre diciembre y marzo. Este es con creces el periodo más caluroso del año, alcanzándose los 28 grados centígrados. Por último, la estación seca o fresca, abarca desde mayo a septiembre. Este es el mejor momento para visitar las Islas Salomón, ya que el tiempo generalmente es bastante soleado y las temperaturas son cálidas sin llegar a ser asfixiantes. La temperatura del mar en este periodo es de unos 24 o 25 grados. Las islas de origen volcánico son las que más precipitaciones reciben a consecuencia de su relieve más elevado que bloquea el paso de los vientos alisios, mientras que las islas de origen coralino, con una geografía más llana, pueden llegar a verse afectadas por las sequías.
Al igual que en otras islas y países ubicados en esta parte del océano Pacífico, el riesgo de catástrofes naturales está muy presente en el archipiélago de las Salomón, ya que se encuentra en una zona en la que existe una fuerte actividad, sísmica, volcánica y ciclónica, en la que también existe la amenaza de tsunamis. Por otro lado, como en la mayoría de países tropicales, recomendamos a los viajeros llevar siempre consigo protección contra las picaduras de mosquitos, especialmente durante la estación más calurosa del año.
Durante muchos años, las Islas Salomón han tenido fama de ser un destino caro, reservado a un puñado de privilegiados. En la actualidad, las cosas han cambiado bastante, principalmente gracias a la bajada de las tarifas aéreas. Todo depende del ritmo de vida que el viajero adopte durante su estadía. Si nos decantamos por vivir al estilo de los locales, alojándonos en pequeñas pensiones, comiendo en restaurantes populares y en los puestos de los mercados, moviéndonos en autobús y en los barcos públicos, el presupuesto diario puede llegar a ser inferior a los 30 euros. En cambio, si preferimos apostar por un estilo similar al de las películas de ricachones tomando cócteles de colores cálidos a pie de playa o de la piscina del hotel, comiendo langosta, tomando taxis o reservando un coche con chofer, por no decir alquilar un yate para navegar hasta encontrar alguna exótica isla o atolón para nosotros solos, el presupuesto puede llegar a ser prohibitivo.