Cesarea, fundada por el rey Herodes, que la bautizó con este nombre en honor a su protector, el emperador romano César, se impuso rápidamente como uno de los principales puertos del Mediterráneo oriental. La augusta ciudad fue capital de Palestina durante casi seis siglos, antes de convertirse en el foco de una importante escuela bíblica, durante los principios del cristianismo. Al visitar el conjunto arqueológico (a 50 km al norte de Tel-Aviv), descubrirás el inmenso teatro que se alza frente al mar (los arqueólogos han encontrado, muy cerca, la base de una estatua que llevaba el nombre de Poncio Pilatos, entonces procurador), y, a 1 km más al norte, los vestigios de la ciudad romana y de las fortificaciones de los cruzados, construidas por San Luis. Momento importante de la visita: el puerto, el acueducto, la catedral de los francos, los mosaicos bizantinos y las dos grandes estatuas romanas del siglo II.