Bajo la colina en la que se levanta la ciudad antigua, custodiada por imponentes bastiones construidos bajo el dominio veneciano, se alarga el llano centro urbano con un aspecto más moderno. La marcada división entre Bérgamo Alta y Bérgamo Baja ha caracterizado desde siempre la estructura de esta ciudad. La parte alta es la más interesante desde el punto de vista artístico. Entre las callejuelas se abre la Piazza Vecchia, con el Palazzo della Ragione. Al lado, la Piazza del Duomo está rodeada por los edificios religiosos más importantes de la ciudad, Santa Maria Maggiore, Cappella Colleoni, el Baptisterio y la Catedral. Todos portadores de su propia historia, son testimonios de un fervor artístico que no ha dejado de animar la vida cultural de la ciudad durante la Edad Media y el Renacimiento. Bérgamo, que estuvo durante siglos bajo el dominio veneciano, ha recibido influjos de la Serenissima, sobre todo en el campo pictórico. Basta pensar en el Martirio de San Juan realizado por Tiepolo y conservado en la Catedral.