La encantadora y solitaria belleza de Chianti deriva de una larga historia de ajetreo humano que a lo largo de los siglos ha moldeado esta tierra transformándola en lo que es actualmente. Esta zona de Toscana es famosa sobre todo por el vino que se produce, y ofrece unos paisajes únicos, que son los de un lugar auténtica y tradicionalmente rural. Sus campos y sus suaves colinas plantadas de viñedos son el resultado de una historia hecha no solo de prosperidad sino también de épocas de miseria, marcada por los conflictos entre los campesinos y los señores locales; hostilidades que han contribuido a diseñar un territorio en el que predomina lo rural pero donde se sitúan aldeas y mansiones nobiliarias. Si venís a Chianti, alojaros en una de las numerosas casas rurales esparcidas por el campo, es algo que no hay que perderse. Así podréis respirar a pleno pulmón el aire de estos lugares y saborear sus genuinos sabores.