A este lago, que se extiende a lo largo de 66 kilómetros, ya se llamaba así en la época romana por ser el de mayor superficie en comparación con los lagos vecinos. Se encuentra en la frontera alpina de Italia y Suiza y se divide entre la orilla lombarda, todavía poco valorada, y la orilla piamontesa, meta desde hace siglos de un turismo de élite. Durante el siglo XIX fue una de las etapas del Gran Tour lo cual le convirtió en un lugar de encuentro de artistas, literatos y músicos, que ofrece paisajes maravillosos y un clima especialmente benéfico. Las islas Borromeo, que deben su nombre a su situación en el golfo homónimo entre Stresa y Pallanza, son verdaderamente fascinantes. La más conocida es la isla Bella, que parece un gran barco anclado en el puerto. Luego está la isla Madre, la más grande, la isla de los Pescatori, tradicionalmente dedicada a la pesca, y el pequeño islote de San Giovanni, que lamentablemente no puede visitarse.