Situada en la parte occidental de Molise, Isernia se extiende a lo largo del valle trazado por dos ríos: el Carpino y el Sordo. Los antiquísimos orígenes de la ciudad se remontan a las guerras de los romanos contra los samnitas, la población que habitaba en estos lugares. En el centro la Catedral es testimonio perfecto de las distintas épocas de la historia de Isernia. La iglesia, que ha sido reconstruida varias veces a causa de los terremotos, tiene el aspecto neoclásico que le imprimió la última restauración del siglo XIX. No obstante, el edificio conserva los vestigios del antiguo templo pagano y de la catedral medieval posterior, todavía visibles a través de las cristaleras situadas en el suelo. Es también interesante la Fontana della Fraterna, en la Piazza Celestino V, una especie de pequeña galería construida en el bajo medievo.