Litoral con clima suave y agradable, la costa jónica de Calabria siempre ha atraído a gente de diversas procedencias. Los antiguos griegos instituyeron colonias, cuyos rastros llegan hasta nuestros días gracias a un precioso tesoro de restos arqueológicos diseminados en toda la zona. Las riquezas culturales, junto al placer de un mar cristalino y el descubrimiento de pueblos tranquilos, atraen cada verano a muchos turistas, que vienen aquí a disfrutar del cálido sol calabrés. En Sibari, se unen el encanto de una pequeña ciudad con historia antigua, la suavidad de las playas y la belleza de una naturaleza exuberante. Interesantes monumentos y una arena finísima, esto convierte a la isla de Capo Rizzuto en uno de los destinos más preciados. Desde el promontorio en el que surge este pueblo encantador, nos podemos desplazar hacia el sur y hacer un alto en Roccalla Ionica, con su castillo medieval y un mar espléndido.