Junto a los Abruzos y Basilicata, Molise es una de las regiones italianas más desconocidas entre los viajeros extranjeros que visitan el Bel Paese. Discreta y tranquila, su geografía fuertemente montañosa y las playas y calas ubicadas al noreste convierten a esta tierra en un excelente destino fuera de las grandes aglomeraciones turísticas de la Península Itálica, sumamente apta para disfrutar tanto en verano como en invierno. Esta región, la segunda más pequeña de Italia tras el Valle de Aosta, está arrinconada entre las regiones de los Abruzos, a la que perteneció en el pasado; Lacio, Campania y Apulia, ofreciendo un variado paisaje que aúna cerros, cumbres, frondosas colinas, campos y bosques, con preciosas playas y calas de la costa molisana que cada año a las que cada año acuden decenas de cientos de veraneantes de las principales urbes del país transalpino.
Por otro lado, el amplio patrimonio histórico, especialmente de la Edad Media, es otro de los principales atractivos que invitan al viajero a decantarse por la región de Molise. De hecho, este territorio fue el mayor bastión de todas las zonas dominadas por la tribu italiana de los samnitas, uno de los primeros pueblos autóctonos que el Imperio Romano debió afrontar para hacerse con el control de la Península Itálica. La herencia de estas civilizaciones puede todavía ser contemplada y disfrutada en los yacimientos arqueológicos de Saepinum y Pietrabbondante.
Las zonas del interior de la región están salpicadas de este tipo de lugares antiguos que todo visitante debería incluir en su hoja de ruta. No menos importantes son las ciudades y pueblecitos medievales que el viajero encontrará a lo largo de todo e l territorio molisano, pudiéndose apreciar auténticas joyas del pasado perdidas en mitad de la naturaleza. Del mismo modo, los amantes del turismo de sol y playa encontrarán en la ciudad de Termoli , con su precioso casco antiguo de origen medievalm, uno de los más bellos lugares para disfrutar de las aguas del Adriático y las fabulosas calas naturales que dotan a su litoral de un encanto sinigual.
Entre los productos más importantes de la región, las múltiples variedades de aceite de oliva de Molise harán las delicias de los amantes de la buena gastronomía y de los sabores auténticos. Y es que tal es la calidad de sus aceites, que desde el año 2003 su producción es reconocida con el apelativo DOP (Denominación de Origen). Famoso y fuertemente apreciado desde tiempos inmemoriales, el aceite de oliva de Venafro, conocido con el nombre de Aurina por su característico perfume, descrito por figuras como Licinio, Horacio, Plinio y otros poetas de la época romana. De hecho, existe una asociación de localidades productoras que conforman la asociación Città dell'olio (Ciudad del aceite), con sede en el municipio de Larino, en las que podrás adquirir un sabroso suvenir en forma de oro líquido.
El pan molisano elaborado a la manera tradicional es otro de los productos típicos de la región que el viajero debería probar. Lo que caracteriza a este producto es su blanda textura, obtenida gracias a la incorporación de patatas (que en el dialecto molisano se llaman tapane o patane) a la masa. El más famoso es el de la ciudad de Venafro, siendo perfecto para degustar aliñado con un buen chorrito de aceite de oliva de la tierra.
La pasta es otro de los grandes filones de esta región. De hecho, aquí e encuentra uno de los principales y más conocidos productores de toda Italia, Molisana de Campobasso, empresa fundada en 1912 que fue vendida 2011, así como la también conocida Colavita, sin olvidarnos de algunos de los talleres tradicionales que todavía quedan en la región. El tipo de pasta más típico de Molise son los cavatelli (en molisano, cavatiélle/cavàte) cuya masa al contrario que como de costumbre, carece totalmente de huevo, tratándose de una de las principales especialidades regionales, especialmente popular en su capital, Campobasso, donde son servidas con salsa de tomate o acompañados de verduras, aunque según la receta tradicional, deben ser acompañados con una salsa de tomate potenciada con jugo de carne de cerdo, especialmente el 17 de enero, día en el que se celebra el día de Santo Antonio Abad; o bien con una especie de brócoli llamado spigatelli y carne picada. Los clásicos fusilli, con forma de espiral, son preparados con este mismo tipo de pasta sin huevo, obteniendo su particular forma al hacer girar la pasta con los dedos.
Por otro lado, la industria y elaboración de productos lácteostambién es notable en la región de Molise, siendo especialmente conocidos los quesos de Vastogirardi (IS) y Frosolone (IS), las mozzarellas de Bojano (CB), y la mozzarella de búfala que en Molise son elaboradas en la zona de Venafro (IS).
En cuanto a la charcutería, los embutidos más populares de la región son la soppressata, siendo Molise uno de los lugares con mayor tradición, cuya producción se remonta al año 1816; el capocollo o capicollo (capecuollo), y sus célebres salchichas (saûciccia o saûsiccia), conocidas por la utilización de ingredientes como el hinojo silvestre, y la ventricina, siendo especialmente famosa la de la localidad de Montenero di Bisaccia (CB).
La región de Molise, posee una cocina que refleja la influencia de todas las regiones limítrofes de los Abruzos, Campania y Apulia con las que comparte numerosos platos típicos. No obstante, algunas de sus especialidades, heredadas tras una secular historia de campesinos y pastores, solo pueden degustarse en este territorio.
Entre los platos molisanos más destacados se encuentra el sabroso caldo de pescado de Termoli (CB), llamado bredette en dialecto. La receta original se caracteriza por la utilización de una amplia variedad de pescados que incluye sepia, salmonete, lenguado, mustela y varios tipos de marisco, entre otros ingredientes, que cambian en función de la estación. El bredette tremolese se distingue de otros guisos similares por la diferente cocción dada a los diferentes pescados con los que se elabora la sopa. Otra de las señas de identidad de la receta tradicional de Termoli, es la utilización de pimiento fresco para potenciar el sabor del caldo.
Otro de los platos más populares de la parte baja de la región de Molise es la pampanella, bocado que se prepara especialmente en la localidad de San Martino in Pensilis, y que se elabora con carne de cerdo asada al horno a la que se añaden algunas especias y grandes cantidades de guindillas dulces y/o picantes.
La utilización de la trufa (blanca y negra) es muy frecuente en la gastronomía de la región y se remonta a tiempos inmemoriales. En la parte alta de Molise existen zonas particularmente ricas en las que pueden encontrarse estas delicatesen enterradas bajo la superficie y recolectadas por muchos habitantes con la ayuda de perros adiestrados. Y es que tal es la fama de este producto debido a su múltiple utilización en varios platos tradicionales, que la trufa (en italiano tartufo) suele ser el tema fundamental sobre el que se desarrollan varias de las ferias gastronómicas de la región.
En Molise, tierra tradicionalmente consagrada a la cría de ganado ovino, se elaboran numerosos tipos de embutidos, muchos de ellos siguiendo los métodos artesanales transmitidos de generación en generación. Algunos de ellos se emplean como ingredientes en la preparación de platos típicos. La famosa ventreche, un embutido que recuerda al tocino elaborada con carne y grasa de cerdo, es uno de los ingredientes de la fascadielle. Este plato tradicional de la provincia de Isernia, se elabora con polenta, una salsa que se obtiene rehogando la ventreche y en ocasiones, un poco de queso.
Típico de la provincia de Campobasso, el llamado nirvi e musse (nervios y morro) en el dialecto local, es uno de los entremeses más característicos de la región de Molise. Este platillo es elaborado partir de morro de ternera, se sirve acompañado con grandes trozos de apio blanco.
Por último pero no menos importante, en el apartado de dulces tradicionales, las típicas cancelle, muy parecidos a los gofres belgas pero especiados con semillas secas de hinojo, se imponen como una de las principales especialidades reposteras junto a los deliciosos piccillati (i pecelàt), que son una especie de ravioli cocidos al horno y rellenos de mermelada de picota, y la pigna, que es muy parecido al tradicional panettone pero más ligero, y que tradicionalmente es consumido durante la Pascua, mientras que en Navidad, los bocados más populares son los caragnoli y las rosacatarle o rosacatarre bañadas en miel.
Dado el amplio protagonismo de la naturaleza en esta región italiana, realizar alguna excursión durante vuestra estancia en Molise se revela como una excelente a la para que económica acción, pudiendo aprovechar su proximidad con otras regiones para también conocer algunos de los más bellos entornos de Los Abruzos y Apulia.
Molise es un destino que permite disfrutar de sus atractivos en cualquier época del año. Durante el invierno, gran parte de su paisaje queda cubierto con un hermoso manto blanco. Si te interesan los deportes invernales, la estación de esquí de Campitello, ubicada en la cadena montañosa del Matese, es un lugar perfecto para disfrutar de la nieve en abundancia. En verano, la región goza de un ambiente mucho más cálido y acogedor, debido a la moderada afluencia turística que experimentan durante la temporada sus poblaciones costeras.
A continuación, os invitamos a descubrir algunos de los lugares más característicos en los que es posible disfrutar del auténtico espíritu molisano.
Vastogirardi. No muy lejos de esta localidad se encuentra el nacimiento del río Trigno, cuya desembocadura en el Adriático se haya en la provincia de Chieti. En este precioso lugar se esconden los restos de un antiguo templo itálico desgastado por el paso de los siglos. Una vez en Vastogirardi, el visitante podrá disfrutar de su caráctristica arquitectura de corte medieval, cpon su célebre castillo fortificado como principal atracción.
Pietrabbondante. El nombre de esta localidad, que traducido al español significaría algo como ?piedra abundante?, se debe su peculiar ubicación enrocada entre los enormes peñascos llamados Morge. Antes de llegar al pueblo el visitante encontrará a su paso el singular antiguo emplazamiento itálico-helenístico de Bovianum Vetus, cuya fundación se remonta al año 95 antes de Cristo, ejerciencido durante un largo periodo como la capital del territorio Samnio. La entrada a este complejo arqueológico tiene un coste aproximado de unos 4 euros, pero el amplio patrimonio presente y el bello entorno que lo rodea hace que la visita merezca realmente la pena. Además, desde el teatro del Bovianum Vetus el visitante podrá disfrutar de una hermosa y típica postal del territorio de molisano, con sus característicos pueblecitos protegidos entre la roca de sus bastas montañas.
Bagnoli del Trigno. Tomando la salida de la localidad de Pietrabbondante se encuentra este sugestivo burgo escondido entre las rocas de la montaña, como si estuviera suspendido entre tierra y el cielo. Los orígenes de Bagnoli de Trigno han dado pie a todo tipo de leyendas de los que no ha podido encontrarse ningún fundamento histórico. La iglesia de San Silvestre, construida sobre la roca, y el impresionante Castello San Felice son las dos principales atracciones que podreís contemplar paseando por este encantador lugar en el que el tiempo parece haberse parado para siempre.
La localidad de Duronia, en la provincia de Campobasso, domina los alrededores desde la cima de su promontorio, una particularidad bastante común en las poblaciones rurales de Molise. No obstante, lo que realmente hace de este un pueblo especial es su peculiar vegetación, la cual al ser observada de lejos, parece cortar la montaña por la mitad, culminando justo en la parte más alta del municipio, como si de un extraño efecto óptico se tratase. La explicación a este fenómeno se debe a que Duronia está ubicada en la antigua cañada de Lucera-Castel de Sangro, lugar de fuerte trashumancia de ganado ovino, que termino por consumir gran parte de la vegetación que la rodea. Desde el punto más alto de la ciudad, las vistas son realmente para quitarse el hipo.
Carovilli es una localidad muy interesante debido a su singular ubiacación que recuerda a la de un belén. En los alrededores se encuentra el municipio de Castiglione de Carovilli a cuyo término municipal pertenece el oasis y reserva natural WWF de Collearso, una visita obligada para todos los amantes de la flora y la fauna.
El nacimiento del río Biferno. A los pies de los Montes del Matese se encuentra el nacimiento del río Biferno, una de las principales atracciones naturales de la región de Molise. A lo largo de su recorrido el agua comienza a tomar fuerza salpicando a los visitantes que se encuentren en sus proximidades, lo que es realmente de agradecer cuando el calor aprieta durante los meses de verano.
Civita Superiore se encuentra justo dónde comienzan los Montes del Matese, pertenecientes a la localidad de Bojano. Civita puede presumir de poseer uno de los flamantes castillos de Federico II, el cual desafortunadamente, se encuentra en un estado bastante ruinoso. En cambio, la ciudad de Bojano tiene un origen que se remonta a la época de los samnitas. No obstante, visitar Civita Superiore no es tarea fácil, ya que el viajero deberá ascender / trepar por un terreno un poco complicado durante algunos kilómetros.