A pocos pasos pasarás de un monumento a otro en el original centro histórico de Pordenone. Tras haber echado un vistazo a la particular fachada del ayuntamiento, con el pórtico, el reloj y las dos torres a los lados, se puede hacer un alto en el Duomo-Concatedral de San Marcos, que se encuentra al lado y en cuyo interior se encuentra un retablo de Pordenone, pintor manierista originario de la ciudad. Fuera el Campanario, de casi 80 metros de altura, es uno de los más bonitos de Italia. Desde aquí, es obligatorio pasear por el Corso Vittorio Emanuele II, al que dan edificios antiguos y pintorescos. Pordenone, importante por el desarrollo de la industria, en el sector del algodón en el siglo XIX y en el de los electrodomésticos más recientemente, es ahora una ciudad que se rodea de arte y de cultura, con eventos dedicados al cine y a la literatura.