De la humeante cumbre del Etna a las esplendidas playas de las islas Egadas, Sicilia es una región que jamás dejará de sorprendernos. Los diferentes templos, acrópolis y otros muchos vestigios de la antigua Grecia hacen las delicias de los amantes de la historia y la arqueología, mientras que los apasionados del trekking encontrarán en las laderas y alrededores del imponente Etna, el volcán más alto del Viejo Continente, con una altitud de nada menos que 3.350 metros; un sinfín de rutas que les permitirán descubrir las mil y un joyas naturales que atesora esta hermosa región insular, cuyo interior ofrece a los visitantes un excepcional y bucólico panorama salpicado de colinas y un dulce relieve montañoso que cautivará el corazón del viajero.
Si bien es cierto que el Etna es el volcán más famoso de Sicilia, este no es ni mucho menos el único presente en el archipiélago siciliano, ya que a lo largo de todo su territorio existe una alta actividad volcánica. Así pues, las últimas y más llamativas erupciones tuvieron lugar en los volcanes de Stromboli y Vulcano. El primero de ellos se encuentra en las islas Eolias, en la provincia de Messina, siendo el único de toda Sicilia que presenta una forma cónica de la que toma su nombre. Este imponente volcán, uno de los más activos en el mundo, se caracteriza por sus espectaculares y violentas erupciones cuyo fuerte sonido puede escucharse en varios kilómetros a la redonda, si bien es cierto que ningún incidente mortal se ha producido desde la década de 1930. Por su parte, Vulcano, también ubicado en el archipiélago de las Eolias, presenta una actividad mucho menor que el anterior, traducida en ocasionales humaredas producidas por el vapor y los gases volcánicos como el azufre.
Por otro lado, quienes prefieran disfrutar de una experiencia más sosegada y disfrutar de las amplias playas de arena dorada y pequeños pueblos de pescadores en los que degustar algunas de las especialidades gastronómicas más auténticas de la cocina siciliana, regadas por uno de los excelentes vinos de la tierra, tienen a su alcance un amplio elenco de lugares y posibles combinaciones para gozar de los múltiples atractivos que ofrece está región, así como de la famosa hospitalidad de sus gentes. Los sicilianos son personas un tanto misteriosas, pero sumamente calurosas con los visitantes, a quienes ayudan a llegar hasta los pueblos más remotos, como los de la costa meridional. Entre las provincias de Siracusa y Ragusa existen un montón de preciosas calas y pequeños arenales, escondidas entre estos característicos pueblecitos, y ubicadas en proximidad las unas de las otras.
Viajar a Sicilia deja siempre un bonito recuerdo en el corazón que invita a volver a esta increíble región una vez y otra. La inmensa fortuna de poder disfrutar de un paraíso similar ubicado a una distancia no excesivamente lejana de España, especialmente con la proliferación de nuevas conexiones aéreas, tanto regulares como de bajo coste, hace posible planificar una escapada económica tanto solo, como en pareja, con los amigos o en compañía de toda la familia. Si dispones del tiempo y del presupuesto necesario, lo ideal es tomarse al menos dos semanas para explorar en profundidad su territorio. No obstante, si prefieres optar por una estancia más tranquila, lo mejor es focalizarse ya sea en la parte oriental de la isla como Messina, Catania, Siracusa y Ragusa; o bien la occidental, compuesta por las subregiones de Agrigento, Palermo e Trapani.
Puedes traer de tu viaje especialidades culinarias: aceite de oliva, salsas y condimentos, pasta, miel, panettone y galletas de almendras. Los incondicionales de la moda italiana encontrarán mucho con lo que vestirse y calzarse entre las grandes marcas (Gucci, Moschino, Prada). También se pueden comprar hermosas joyas de coral y cerámicas de decoración variada. Las tiendas abren de 09:00 a 13:00 y de 15:30 a 19:30 entre semana.
Uno de los grandes encantos de Sicilia es sin lugar a dudas su tradicional y reputada cocina. Aquí, el viejo arte del buen yantar, es sagrado. Se comienza por los antipasti, aperitivos variados que incluyen deliciosos platillos como las ensaladas de marisco, berenjenas y alcachofas marinadas y los pescados como el atún o los arenques en aceite. Tras el entrante, llega la hora de los primeros, siendo la pasta con sardinas o la pasta alla norma, plato tradicional de la provincia de Catania elaborada con queso ricota salado y berenjenas fritas, dos de los emblemas gastronómicos de la cocina del archipiélago siciliano. A continuación, llega la hora de los pescados (pez espada, dorada, caballa) o de las carnes (cordero, paletilla de ternero rellena, ternera asada).
En el capítulo de postres, la variedad es cuantiosa. Entre los productos de pastelería más destacados de Sicilia, los cannoli, la cassata, la frutta de Martorana y la tradicional granita con brioscia, la versión local de la broche acompañada con una especie de helado granizado, harán las delicias de los comensales más golosos. En lo que a vinos y bebidas alcohólicas se refiere, el Marsala y el Zibibbo s eimponen como los caldos más conocidos y apreciados de la región.La comida callejera siciliana bien merece una mención en este apartado por enorme reputación y sabroso gusto. Entre los platos más conocidos se encuentran l'arancino di riso (una especie de croquetas de arroz), la panella (una especie de buñuelo compacto elaborado con harina de garbanzos) y los bocadillos de milza (el bazo de los animales). De hecho, en Sicilia es tal el arraigo de la costumbre de comer en la calle, que su origen se remonta al periodo en que los pueblos griegos se establecieron en la isla. Normalmente, la comida callejera es adquirida en los llamados friggitorie, que pueden ser puestos fijos o ambulantes ubicados principalmente en los barrios y zonas más populares y transitado de los pueblos y ciudades.
La población siciliana no solo es bastante creyente, sino que la mayoría de ellos también son fervientes practicantes, razón por la que la región ha conservado la tradicional costumbre de la organización de procesiones con motivo de varias de las fiestas religiosas que jalonan el calendario católico. Si tu viaje coincide con el periodo de Semana Santa, la Ascensión o Pentecostés, no dudes en dar una vuelta por las pequeñas iglesias de los pueblos. Te sorprenderá la gran muchedumbre reunida y el ambiente distendido que reina durante las celebraciones, siendo algunas de las más destacadas la famosa Settimana Santa del municipio de Biancavilla, en la provincia de Catania; el Ballo dei diavoli (el Baile del Diablo) de Brizzi, en Palermo); y (los Encapuchados) de Enna.
p>Sicilia es una región con un amplio territorio repleto de interesantes lugares que van más allá de sus deseadas costas, invitando al viajero a perderse entre los cambiantes paisajes del interior de la isla. Por ello, si el viajero desea realizar un recorrido completo por su geografía, como mínimo sería necesario disponer de al menos de un par de semanas. En el caso de proyectar una estancia de una semana o diez días, lo mejor es concentrarse en una parte concreta de la isla para sacarle el máximo partido a vuestra estancia.
Las playas más hermosas de la región se encuentran en la costa este, cerca de Taormina, y al noreste, a lo largo del golfo de Castellammare, entre Monreale y San Vito Lo Capo. Quienes busquen una estancia sosegada podrán encontrar alojamiento en alguno de los varios hoteles que se sitúan a lo largo de estas playas. El mejor momento para disfrutar de estos hermosos arenales es entre los meses de junio y septiembre. No obstante, como es lógico, este periodo del año concentra la mayor demanda turística, por lo que si acudís durante los meses centrales del verano, la marabunta de turistas foráneos es un factor a tener en cuenta.
En lo que se refiere a las excursiones, si sólo realizas una, que sea a Cefalú. Este encantador pueblo pesquero se encuentra en un entorno natural de gran belleza, al borde del mediterráneo sobre un hermoso acantilado. Dormir en los tradicionales refugios os brindará una experiencia autentica e inolvidable, en un entorno de gran belleza libre de toda contaminación. Es preferible visitar el pueblo por la mañana para disfrutar de las mejores horas de luz solar de la jornada, además de evitar el gran número de turistas que desembarcan de golpe pasado el mediodía.
Por último, los apasionados de la historia y la arqueología podrán disfrutar de un amplio número de recorridos turísticos preorganizados para visitar algunos de los lugares más famosos de la isla como el famoso Valle de los Templos. Quien prefiera organizar el viaje por su cuenta para disfrutar de un pequeño city-break, una excelente opción es apostar por Palermo y/o Catania, las dos urbes más importantes de Sicilia, desde donde podrán organizar fácilmente una visita por su cuenta a Siracusa, e incluso Taormina.