Dominada por la alta silueta del Etna, la costa este combina mar y montaña de una manera espectacular. Aquí se viene a probar los placeres balnearios en Giardini-Naxos, la playa de Taormina, así como para descubrir el encanto incomparable de esta ciudad amada por los hombres y por los dioses desde la Antigüedad. Otro atractivo de la región, que no el menos importante: el parque natural del Etna. Se puede recorrer a pie durante paseos cortos de una a dos horas o durante rutas más importantes. De este modo nos impregnaremos de paisajes contrastados donde el verde de los bosques de pinos se mezcla con los tonos grises de la lava que se ha esparcido por los lugares como un fondo en un cono de helado.
Es imposible ir a la costa sin hacer una parada en Taormina. Esta ciudad situada en lo alto mira las olas azules del Mediterráneo como un balcón suspendido entre pinos piñoneros, rocas que asoman por las pendientes y laureles rosa que dejan caer sus cascadas de flores de una curva a otra de la carretera que serpentea por el flanco rocoso. Particularmente conocida por su teatro antiguo, Taormina se aprecia con la puesta de sol en uno de los miradores de la ciudad que dan a la vez al mar y al Etna en segundo plano. Los colores del crepúsculo iluminan los hilos de humo que salen permanentemente del cráter.
Siempre activo, el volcán Etna deja escapar su cólera regularmente con erupciones que pueden durar varios meses. Para evitar cualquier accidente, el acceso a la cima está prohibido en un radio de 5 km. Pero al acercarse hasta allí, se puede observar una panorámica sorprendente de este cono que culmina a 3.350 metros. Los pies se hunden en una mezcla de escoria, piedras pómez y lava enfriada. En algunos lugares, en el trazado de las coladas más recientes, se puede notar el calor de las emanaciones de gas que siguen circulando por el subsuelo.
Dominada por la alta silueta del Etna, la costa este combina mar y montaña de una manera espectacular. Aquí se viene a probar los placeres balnearios en Giardini-Naxos, la playa de Taormina, así como para descubrir el encanto incomparable de esta ciudad amada por los hombres y por los dioses desde la Antigüedad.
Es imposible visitar la costa este sin hacer una parada en Taormina. Esta ciudad situada en lo alto mira las olas azules del Mediterráneo. Particularmente conocida por su teatro antiguo, Taormina se aprecia con la puesta de sol en uno de los miradores de la ciudad que dan a la vez al mar y al Etna en segundo plano. Todavía activo, el volcán Etna deja escapar su cólera regularmente, con erupciones que pueden durar varios meses.
No olvides cubrirte los hombros y las piernas en las iglesias. No hagas top less en las playas.
Evita hacer comentarios fuera de lugar sobre la religión, los sicilianos son muy creyentes. No hables de la mafia, un tema aún sensible, y tampoco de la vendetta.
La cocina siciliana es excelente. Por supuesto, la pizza y las pastas son lo típico, pero se pueden encontrar numerosos otros platos. Antipasti (embutidos, quesos, pescaíto frito...), los primi (arroz y gnocchi o minestre), los secondi (carne o pescado), los contorni (patatas, ensaladas...) y para terminar, los dolci (pastelitos a base de almendra, fruta confitada, helados).
La artesanía siciliana es bastante variada. Se puede comprar cerámica, papiros, o pupi, marionetas sicilianas. En cuanto a los sabores, se pueden comprar alcaparras, aceite de oliva o pasta reale, frutas envueltas en mazapán.