El puente de piedra atraviesa el Adigio, el Arco dei Gavi y la Porta Borsari: Verona conserva vestigios de la Antigua Roma por toda la ciudad. Pero es sobre todo en su Arena, construida hace más de 1.900 años, donde resucita esa época legendaria, no solo por su excelente estado de conservación, sino también porque en ese anfiteatro se siguen celebrando espectáculos. No se celebran combates, como en el s. I a. de C., sino prestigiosas obras. Al ser un cruce de rutas comerciales durante todas las épocas de dominaciones, la ciudad de Verona ha sabido dar cobijo a las corrientes artísticas más vanguardistas. Del gótico internacional hasta el s. XVIII, la ciudad ha amasado, una a una, en sus museos e iglesias, las obras de arte de los artistas que han trabajado allí: Pisanello, Stefano de Verona, Mantegna, Tiziano... Los más románticos también deben visitar la casa de Julieta, la heroína trágica de la famosísima obra de Shakespeare, que se ambienta en Verona.