Vieste, encaramada en un promontorio que domina las azules y cristalinas aguas del Adriático, conserva sus ricos vestigios históricos en el interior del perímetro del casco antiguo, aún delimitado por los restos de las antiguas murallas. El puerto y una multitud de edificios sin gran interés histórico preceden un centro fascinante, en el que las paredes blancas de las casas que se erigen en los estrechos callejones están impregnadas de historia; los peldaños de las escaleras conducen al descubrimiento de los monumentos más importantes de la ciudad.
Las playas de Vieste se extienden de un lado al otro del promontorio, modelado a lo largo de los siglos por la erosión del viento. Largas y de arena, son las responsables de la fama de la ciudad, a la que acuden, sobre todo en verano, un gran número de turistas.
Durante el día puedes realizar numerosas excursiones, como las salidas clásicas al mar para descubrir las maravillosas islas Tremiti, en la costa adriática, y las grutas marinas, situadas en el litoral escarpado de la costa de Gargano.
Hacia el interior, el bosque de Umbría es un tesoro de un valor ambiental inestimable, en el corazón del extenso Parque Nacional del Gargano, al que pertenece Vieste y que hará las delicias de los amantes de las orquídeas.
El centro histórico cuenta con dos monumentos de visita obligada:
La catedral de estilo románico, flanqueada por un campanario de curvas barrocas;
El castillo Svevo.
El Pizzomunno, un monolito imponente, se erige en la playa del mismo nombre, a unos diez metros del promontorio de Vieste. Elegante y sugerente, extrae su encanto particular de las numerosas historias y leyendas relativas a su origen mítico.
Prácticamente solo existe una única carretera litoral que une las diferentes localidades de Gargano. Suele estar más transitada en verano, y por la noche te recomendamos que conduzcas con mucha precaución, ya que las bandas blancas del suelo no son demasiado visibles.
Gargano, que recibe la mayor parte de los turistas en verano, también depara sorpresas agradables durante la primavera. Sin embargo, en invierno la mayoría de establecimientos están cerrados, lo que representa un problema logístico y sumerge la región en una atmósfera triste, como anclada en el pasado.
La cocina de Gargano tiene claras preferencias por el pescado y las verduras, pero también por la pasta casera. Déjate tentar por los troccoli con sepia, las orecchiette con tomate y cacioricotta, así como por las berenjenas rellenas, todo aderezado con un aceite de oliva local.
El centro histórico de Vieste está repleto de tiendas de recuerdos y productos artesanales. Te recomendamos que optes por los sabores del sur, como una botella de aceite o de limoncello, y dejes de lado las postales.