Tokyo

Tokio es la capital y la mayor ciudad de Japón. Se trata de una conurbación de unos 600 km. Es también de una de las ciudades más pobladas del mundo, con 50 millones de habitantes incluyendo la periferia. La ciudad se ha reconstruido dos veces, después del terremoto de 1923 y después de la II Guerra Mundial. No te pierdas a la hora de viajar a Japón la visita a Ginza, el centro comercial más importante, en el que podrás efectuar todo tipo de compras. El Palacio Imperial, destruido en 1945 y reconstruido posteriormente siguiendo el modelo antiguo, está rodeado de profundos fosos de agua. Es la residencia del emperador. Sólo se puede visitar dos días al año: el 2 de enero y el día del cumpleaños del emperador. El Museo Nacional de Tokio posee la mayor colección de arte japonés del mundo. Asakusa, al noreste del centro, es uno de los escasos barrios en los que podrás saborear el ambiente de estilo antiguo. El barrio de Shinjuku, al oeste, es el lugar más animado de Tokio: tiendas de lujo, edificios administrativos, bares, clubes de azafatas y restaurantes de cocina japonesa tradicional.

Ir a un sento (un baño público de barrio) o a un onsen (un hotel de aguas termales).
* Desde lo alto del bar de un hotel contemplar la ciudad de noche.
* Comprar en Shibuya y Ginza. Shibuya es el lugar de encuentro de los jóvenes tokiotas que vienen a buscar las últimas tendencias en moda. En Ginza, las mayores marcas de lujo rivalizan en originalidad por la arquitectura de sus concept-store.
* Hacer el recorrido completo en la línea de tren Yamanote (1h) para ver la diversidad de barrios de Tokio y aprender una lección de moda tokiota.
* Perderse en la ciudad, rica en descubrimientos inesperados.
* Ir a pasar al menos una jornada en Kamakura, a 1 h de Tokio y a la orilla del mar.

Los rascacielos de Shinjuku, impresionante concentración de arquitectura moderna.
* La noche de Shinjuku, por el espectáculo de sus luces y los neones de Kabukicho.
* La Tokyo Sky Tree (la torre más alta de la ciudad, terminada en 2012) en el barrio de Asakusa. 634 m de desafío a los elementos.
* La animación de Shibuya y su cruce de caminos más famoso del mundo.
* El templo Sensô-ji y el barrio popular de Asakusa al este de la ciudad. Allí donde reside el alma del antiguo Tokyo.
* Una representación de teatro kabuki. Porque todo es simplemente mágico.
* El Museo Edo-Tokyo, tanto por su arquitectura retro-futurista como por sus cualidades pedagógicas.

Lleva dinero en efectivo para ser autónomo más días. Los cajeros automáticos no aceptan todas las tarjetas de crédito extranjeras y no se suele pagar con tarjeta en las tiendas.
* Quítate los zapatos al entrar en casa de alguien o cuando veas que lo hacen los demás.

A menudo hay que quitarse el calzado para entrar en los sitios, recuerda preguntarlo (y escoger bien el calzado...).
* En cualquier circunstancia ten sangre fría.
* Los palillos para comer no se colocan en el bol de arroz, es un gesto funerario.
* Si tu hotel dispone de baño público, recuerda darte una ducha antes. El baño es solo para relajarse.
* En algunos barrios está prohibido fumar en la calle, salvo en las zonas previstas a tal efecto. Mantén los ojos abiertos si no quieres pagar una multa.

Los japoneses se vuelven locos con la gastronomía. Y la cocina japonesa está a la altura de esta obsesión nacional (hay programas en bucle en la televisión, múltiples blogs que hablan sobre platos...) especialmente variada. No dudes en entrar en los puestos para descubrirla. Restaurantes de sushi, de brochetas, de fideos (3 tipos: ramen, soba y udon), especializados en curry... Hay muchísimos y para todos los gustos en Tokio.

Japón es el paraíso del consumidor. Es increíble el número de objetos -útiles o no- hermosos y sorprendentes que pueden fabricar los japoneses. Antes de que te des cuenta tendrás la bolsa llena. Figuras de anime, objetos high-tech, kakemono... Tendrás que hacer proezas para preparar la maleta.