Mombasa

La costa de Kenia se extiende sobre unos 400 km de playas, de naturaleza, de descubrimientos. La segunda ciudad de Kenia, situada en esta misma costa, se llama Mombasa. Ubicada en una isla de 13 km², alberga aproximadamente 1,5 millones de habitantes. El centro de la ciudad está muy animado por el tráfico, al contrario que el casco antiguo, discreto y apacible. La ciudad de Mombasa está comunicada con la costa norte por un puente sobre el océano Índico, mientras que en el sur hay que coger un ferry que hace el trasbordo varias veces al día. En ese caso debes ser paciente, la cola para embarcar suele ser larga...

En Kenia se circula por la izquierda. Si alquilas un coche, te aconsejamos que también pidas un chófer, porque el estado de las carreteras de Kenia suele ser caótico. Ellos están mucho más acostumbrados que nosotros.

En la carretera principal de esta parte del país, tanto al Norte como al Sur, hay unos pequeños pueblos con tejados de bálago. Las viviendas están rodeadas por una vegetación densa: cocoteros, mangos, cajús... Por otra parte, no te sorprendas si te encuentras con numerosos controles. Esta carretera está muy vigilada por la policía, ya que va hasta Tanzania. En la costa hay alrededor de 500 hoteles de todas las categorías. Es imprescindible que te informes antes de ir, algunos no son nada recomendables. Sin embargo, se nota que algunos hacen un verdadero esfuerzo por acceder a categorías más elevadas. La gran mayoría de los hoteles han sido construidos a orillas de la playa. Debes saber que todas las playas de Kenia son públicas. Por consiguiente, los vendedores esperan tenazmente a los turistas que van a bañarse. La mayoría de los hoteles procuran limitar la molestia instalando vigilantes a ambos lados de su recinto.

La ribera de Kenia es mucho más agradable en el Sur que en el Norte. En este lugar, la barrera de coral queda muy cerca. Por la mañana es muy difícil bañarse con la marea baja, el agua no empieza a subir hasta alrededor de las 14:00. Se acumulan muchas algas en las playas. En algunos lugares es mejor ponerse sandalias para bañarse, para evitar hacerse daño en los pies con los corales muertos. La costa de Kenia es un destino ideal para los que quieran descansar después de un safari. Se come bien y la temperatura del agua es agradable hasta para los más frioleros.

"Los amantes de los deportes náuticos no se sentirán decepcionados: barco con fondo de cristal, submarinismo, pesca de altura, vela... Hay un pueblo, cerca del aeropuerto, donde se fabrican todos los objetos que puedes encontrar en los mercados. Es muy interesante ver en qué condiciones y de qué manera trabajan estos artesanos."

"El paseo por el casco antiguo de Mombasa es bastante rápido, ya que sólo tiene dos calles. Aunque podrás admirar bellos balcones que datan de la época colonial. Lamentablemente, el lugar no esté nada cuidado y empieza a sufrir de manera importante el paso de los años... En este barrio también verás la mezquita más antigua de Mombasa: la mezquita Basheikh. Se trata de un gran monumento blanco decorado por un minarete de estilo swahili. Pero el principal punto de interés del lugar sigue siendo el Fuerte Jesús, construido por los Portugueses en el siglo XVII para proteger la entrada del puerto de la ciudad. Numerosas historias de hambruna, de traiciones e incluso de homicidios han marcado su existencia."

"Aunque estés acostumbrado a tomar el sol, es importante que lleves protector solar. Como en otros tantos destinos cálidos, durante el día no se nota mucho el calor de sol y se suele lamentar amargamente al caer la noche. Piensa también en seguir un tratamiento contra el paludismo, ya que todavía hace estragos en esta región. Lleva también un repelente para evitar las picaduras."

"Se desaconseja especialmente a los extranjeros que salgan solos al anochecer. Tampoco debes seguir a alguien que te proponga un paseo más allá de la playa. Por desgracia, la llegada de los turistas también ha provocado un incremento de la delincuencia. Aunque no es exagerada, más vale que no pasees con objetos de valor. A propósito, no dudes en utilizar las cajas fuertes instaladas en la mayoría de habitaciones de hotel. A menudo desaparecen objetos, aunque sean sin valor. Por otra parte, como las playas de Kenia son públicas, recuerda que está prohibido hacer topless. Durante tu estancia, verás que en la mayoría de los hoteles hay unas pancartas recordando que no se debe dar de comer a los monos. A primera vista parecen tiernos e inofensivos, pero tienen muy mal carácter y muerden con facilidad. ¡Y las inyecciones contra la rabia no son nada agradables! Como suele pasar en numerosos países, Kenia sufre mucho el turismo sexual. En la costa hay mucha prostitución, sobre todo de los más jóvenes. No favorezcas esta práctica. Evidentemente, está castigada por las autoridades."

"La herencia de numerosas colonizaciones se nota muchísimo en la alimentación local. Los keniatas utilizan una gran variedad de especias. Por supuesto encontrarás una gran variedad de marisco y numerosos platos en salsa como el kuku wakupaka, pollo cocinado con leche de coco. Los keniatas suelen acompañar sus comidas con ugali, una especie de papilla de maíz molido. Es una lástima que este plato no tenga ningún sabor particular. También se degusta allí una cocina india muy buena. Los más golosos estarán encantados de probar los mandaazis (buñuelos) o las sambusas (empanadillas). La comida suele ser bastante barata. Sería muy raro que te levantases de la mesa con hambre."

"La artesanía keniata es muy variada. Hay una cantidad increíble de figuritas labradas de madera. Representan a todos los animales de la sabana. También podrás encontrar máscaras masais muy bonitas. Para los aficionados a la pintura, los cuadros keniatas están llenos de colorido. La mayoría representan pueblos masais o escenas de caza. No es necesario que te precipites en el primer mercado que veas, todas las tiendas venden lo mismo, salvo algunas excepciones. También podrás encontrar toda esta artesanía en las 22 tiendas del aeropuerto de Mombasa, pero a precios un poco más elevados. No dudes en regatear con los precios, a los keniatas les encanta."