La obsesión de todos los guadalupeños, el manzanillo es un árbol cuya savia ácida quema la piel. Ten cuidado porque algunos de ellos crecen en la playa. Su fruto parece una pequeña manzana amarillenta.
Por el contrario, el uvero da pequeños frutos en forma de uva comestibles.
Cada estación tiene su floración. El flamboyán, un gran árbol muy alto, se enrojece con las primeras lluvias. Las flores amarillas, rosas o rojas de las buganvillas, las trompetas amarillas de colores vivos y los hibiscos alegran los jardines y los arcenes de las carreteras. En el sotobosque, la flora esconde rosas de porcelana, anturios, orquídeas, amaryllis belladona e incluso lavanda de las Antillas.