La grande isla del océano Índico parece un trozo de África rebelde que se ha separado del continente. Su naturaleza exuberante y su sonriente población, de carácter acogedor debido a la mezcla étnica y cultural, transforman el viaje en una aventura con muchas emociones. Madagascar está compuesta de una isla principal y de numerosas islas de las que las más conocidas son Nosy Be y Santa María.
La Isla Grande recorre más de 1500 kilómetros y es el lugar ideal para las aventuras en plena naturaleza. Su riqueza mineral y vegetal y sus animales carismáticos tales como el lémur, son sólo una parte del encanto que desprende esta Isla.
Los sitios turísticos más conocidos son los Tsingy, macizos de caliza formados de miles de años de erosiones, el camino de Baobabs en Menabe cerca de Morondava, la mítica Nacional 7 que se dirige hacia el Sur o el Canal de Pangalanes en la costa Este.
Los relieves y la vegetación de la isla son diversas y configuran un abanico de paisajes increíbles. La Costa Este apasionará a los fans de la vegetación frondosa y de los bosques lluviosos (rainforest). Por otro lado, el Sur ofrece un paisaje desértico y grandes espacios. Al norte, descubrimos paisajes volcánicos junto con el bosque tropical más denso de Madagascar. El Oeste acoge la reserva de Ankarafantsika, habitada por lémures. Y por último, en el centro del país las mesetas son las protagonistas.
Santa María es una pequeña isla, muy tranquila, al Este de la Isla Grande que contiene algunos hoteles de lujo y que mantiene una buena reputación por ser el punto ideal para observar a las ballenas. Nosy Be, al noroeste, es la ciudad costera más conocida de Madagascar, incluso ha sido descrita como ?muy turística?.
En la capital, Antananarivo encontrarás un gran contraste entre las clases ricas y las clases más bajas. Aun así, vale la pena descubrir la ciudad y tomar contacto con los locales antes de volver. Además, es el lugar ideal para irse de compras en las muchas tiendas del centro de la ciudad, y para degustar excelentes Fois-Gras . Madagascar siendo uno de los países más pobres del mundo, vive con los medios que tienen y de la solidaridad. Un viaja a la isla es para admirar paisajes que dejan sin aliento pero también para adaptarse, compartir y aprender de los locales sin ningún prejuicio.
Los artesanos hacen maravillas: manteles y blusas bordadas, telas de sea, cestería, ebanistería y marquetería, madera esculpida, marroquinería, joyas de cuerno de cebú, papel decorado con flores secas, tapiz de lana mohair y miniaturas de coches y aviones con material reciclado. Los minerales se tallan para el famoso juego del solitario. La producción se envía de todos los rincones de la isla a las tiendas y a los tres mercados de artesanía de Antananarivo: el Andravohangy (muy importante el miércoles), el route-digue, y el 67 ha (dedicado a productos más sofisticados). Los precios bajan muy fácilmente. Del mercado, puedes traerte pimienta verde y negra, vainilla, curry de especias, ron añejo y foie gras de pato. La ley prohíbe exportar objetos de piel de cocodrilo (excepto los vendidos con certificado de cría), algunas plantas y cualquier objeto del patrimonio (antigüedades, esculturas funerarias, huevos de aepyornis...). Los comercios abren de lunes a sábado, de 08:00 a 12:00 y de 14:00 a 18:00.
El arroz es el alimento principal. Acompaña a los platos malgaches, como el romazava, cebú con hojas de bredes (espinacas locales) y el ravitoto, de cerdo con hojas de mandioca. Estos platos se acompañan con una salsa de guindilla, tomate y cebolla llamada rougaille. También puedes encontrar cocina francesa y china. Asimismo, destacan el pescado y el marisco en la costa. Ancas de rana y cangrejos de río en los Hauts Plateaux. Prueba el foie gras con el pan malgache. Y el entrecot de cebú a la parrilla. Hay una gran cantidad de frutas tropicales como mangos (de octubre a diciembre), "litchies" (de diciembre a febrero), piñas y papayas (de julio a octubre), guayabas (de febrero a marzo), fruta de la pasión (enero) y plátanos y cocos (todo el año).
Los fady (prohibiciones),a menudo heredados de los ancestros, rigen la vida diaria. Por ejemplo, el martes es un día fady. Tocar una tumba sin permiso es fady. Algunos lugares son fady. Los malgaches son acogedores pero no te informarán siempre sobre estas prohibiciones. Así que pregunta o lee alguna guía antes de causar molestias.
En Madagascar, siempre encontrarás una sonrisa en las tiendas y en los mercados. Debes saber que los comerciantes tienen un precio mínimo que no pueden rebajar. Negocia de manera que le convenga a él también.
Algunas ciudades han cambiado su nombre francés por otro malgache. Aunque todavía puedes utilizar el nombre francés porque todo el mundo lo entiende. Por ejemplo: Tananarive en francés = Antananarivo en malgache; Tuléar = Toliara; Fort Dauphin = Taolagnaro; Tamatave = Toamasina; Majunga = Mahajanga; Diego Suárez = Antsiranana.
El transporte es un poco lento y caótico, para ir de Norte a Sur, tener en cuenta el avión, Air Madagascar transporta a todas las grandes ciudades de la isla.
Madagascar es una isla grande, verlo todo en un solo viaje es muy complicado, a menos que el viaje dure un mes. Sólo 10% de las carreteras están asfaltadas. Se puede viajar individualmente pero ir con un guía os permite descubrir rincones desconocidos y sentiros totalmente seguros.
En cuanto a los tipos de alojamiento, en Antananarivo encontramos hoteles de todos los precios y para todos los gustos. La falta de alojamiento se nota en temporada alta, el nivel de la hostelería no es muy alto. En las costas encontramos muchos bungalows a partir de 15 euros la noche. El periodo de ciclones es de diciembre a marzo y es recomendable evitarla. Se debe saber que el turismo sexual está muy presente en la isla.