Jajavy, es el nombre que se le da a un pequeño arbusto de manglar parecido al mangle Rhizophora. Anjajavy significa "donde crecen los Jajavy".
En Madagascar hay un pueblecito de pescadores que se llama Anjajavy. Sin embargo, no hay ninguna carretera que lleve hasta Anjajavy.
En pleno corazón del territorio Sakalava del Menabe, sólo se puede acceder a él a través de senderos apenas señalizados de la sabana o el bosque.
Hay que andar durante 7 días para llegar a la ciudad más cercana, Majunga, "la ciudad de las flores", a 120 km en dirección al Sur. Así que como medios de transporte, sólo quedan el barco o el avión.
La mayoría de los turistas que van a Anjajavy son personas que se alojan en el hotel Anjajavy, un hotel "Relais et Chateaux", puedes consultar la ficha correspondiente en nuestra página web. Llegan hasta allí en avión privado del hotel o a través de alguna empresa que presta este servicio.
La extrema originalidad de la región de Anjajavy se debe a sus formas variadas: calas de tsingys (picos de piedra caliza), vestigios de coral esculpidos por la erosión milenaria de la lluvia, asentamientos de baobabs majestuosos, pasando por la playa, el océano Índico y una reserva natural muy rica. Más de 1.800 especies vegetales, la mayoría endémicas, y numerosas plantas medicinales constituyen la selva seca. La selva es el refugio para numerosas especies animales, entre las cuales se halla el famoso lemúrido Sifaka (propithecus Verreauxi), el pájaro del Paraíso, las diferentes especies de Camaleón, las iguanas Oplurus saxicola... También se encuentra allí el águila pescador.
En Anjajavy, no te pierdas las excursiones a las cuevas o a los tsingys, los paseos por las calas... La visita organizada del hotel hará una parada al pie de un baobab centenario, sagrado para los habitantes que van regularmente allí para perpetuar sacrificios de cebú.
Una vez instalado en el bonito "Relais et Châteaux" de Anjajavy, disfrutarás enormemente con el jardín del hotel "El Oasis" que agrupa todas las variedades vegetales de Madagascar.
Cuando salgas de excursión, no te olvides de las sandalias, la gorra, la crema solar, la cámara de fotos, una botella de agua y un pequeño cuchillo.... para abrir las ostras.
No intentes aventurarte demasiado lejos tú solo... Se debe evitar la temporada de los ciclones (finales de diciembre-principios de abril).
Cuando te aventures por los tsingys y hagas una parada en las calas, no dudes en probar las algas que crecen en la arena o las pequeñas ostras frescas y deliciosas que crecen en abundancia sobre las rocas...
En esta magnífica región donde reina la naturaleza, la única cosa que te permitirá llevarte lo más auténtico y que debes tener siempre a mano, es: la cámara de fotos.