Mayotte

Mayotte, este pequeño departamento francés situado en el Océano Índico, se está desarrollando muy lentamente a nivel turístico. De hecho, son principalmente parientes y amigos de autóctonos quienes visitan la isla. También expatriados de Reunión o Madagascar que, por cercanía, se lanzan a conocer sus encantos. ¿Por qué venir a Mayotte? Los amantes del buceo estarán encantados. Allí se encuentra una de las lagunas más bonitas del mundo, con una fauna acuática muy rica y variada. Además, su arrecife de coral es fácilmente accesible. Ideal para toda la familia. Desde tortugas y delfines, pasando por dugongos (sólo quedan diez en aguas maoríes) hasta ballenas jorobadas (de julio a octubre) se pueden observar en las cálidas y limpias aguas que rodean la isla. Por la noche, en algunas playas de Mayotte se puede contemplar la puesta de huevos de las tortugas: paciencia, calma y atuendo oscuro son las claves para disfrutarlo al máximo. ¿La mejor época? De marzo a junio, con mayo como principal protagonista.

La isla es también perfecta para el senderismo. Con una naturaleza exuberante y salvaje, en su camino encontrará makis y ranas pero también garzas o colibrís. Los más atléticos tratarán de escalar el Monte Choungui y el Monte Benara. Otra opción es descubrir la isla en bici: un paseo por el lago Dziani (o Kariani), verdadero paraíso en la tierra para los ornitólogos, te dejará sin palabras. Y si los perfumes le atraen, visita una plantación de ylang-ylang: creerá en el Jardín del Edén.

Del lado cultural, dos buenas alternativas: el eco-museo de Ylang Ylang y el de la vainilla en el sur de Sada, en Jimaweni. Si visitas este último, procura hacerte con uno de sus famosos sombreros, ideales y necesarios para protegerte del sol. Otras ideas para llevar como recuerdos en tu equipaje: la esencia de Ylang Ylang, mermelada y especias. Sin duda, el mejor lugar para adquirirlos es el típico y colorido mercado de Mamoudzou.

Una semana será suficiente para descubrir los principales encantos de la isla, aunque puedes prolongar tu estancia si lo deseas. Sus opciones son casi infinitas. Una buena alternativa es combinar Mayotte y Reunión a lo largo de quince días: ideal para aquellos que quieren subir a la cima de los volcanes y tomar el sol en el Océano Índico.