La cadena de Altai, que se extiende en más de 1.000 km desde el noroeste al sureste del país, es la más elevada. Es el punto culminante de Mongolia. En su extremidad norte las cimas de Tavan Bogd se cubren de nieves perpetuas y sus glaciares, a más de 4.000 m de altura, hacen de conexión con el Altai ruso y chino. A la provincia de Bayan-Olgi por supuesto no le faltan lagos, -el lago de Döröö es propicio para excursiones- pero su paisaje de montaña austera evoca a los del Tibet y Ladakh. A medida que se baja la cadena montañosa, los paisajes varían con zonas de verdes pastos. En la provincia de Khovd, el gran oboo de Kharuul, uno de los numerosos montículos de piedra que simbolizan los espíritus, se precipita a más de 25 metros de altura.