Actualmente conocido con el nombre oficial de Myanmar, Birmania es un país que cautivará al viajero a través de sus bellos paisajes y centenarias tradiciones, muchas de ellas similares a las de sus vecinos de la India y Tailandia. Una de las mejores opciones para apreciar su gran variedad paisajística es realizar un crucero fluvial por el río Irawadi. Sino, es necesario tomar el avión para poder visitar sus principales lugares turísticos, ya que las carreteras se encuentran en un estado bastante deplorable. No obstante, los turistas que prefieran no cambiar en exceso de medio de transporte encontrarán en la zona Este del país y el denominado Triángulo del Oro (que incluye partes de Tailandia, Myanmar, Laos, Vietnam y Yunnan, en el sur de China), suficientes atractivos con los que saciar su apetito cultural y aventurero.
De la espectacular zona de Bagan con sus cerca de 2000 templos budistas con vistas al misterioso lago Inlé, pasando por Mandalay y sus numerosos monasterios y pagodas, Yangon, la capital de país y su sublime arquitectura de corte colonial, a las espectaculares playas de la región de Ngapali, al sur del Golfo de Bengala; de la densa jungla que llega a los pues del mismo Himalaya, atravesando el mítico río Irawadi: Birmania concentra buena parte de los atractivos del continente asiático en un mismo territorio.
En el subsuelo birmano proliferan los yacimientos de rubíes, zafiros y ópalos. En las joyerías, podrás adquirir magníficas piezas, a precios razonables. Cuidado, sin embargo, con las piedras falsas. La artesanía es bonita y variada: objetos de laca, marionetas más o menos antiguas, esculturas en bronce de buda o músicos, y piezas de plata como cajas, jarrones o timbales. Está prohibido sacar del país antigüedades u objetos religiosos de cierta antigüedad. No dejes de incluir en tu maleta de vuelta los famosos puros birmanos elaborados a mano, los cheerots. Horarios comerciales: 09:00 a 18:00, de lunes a viernes, y 09:00 a 13:00, los sábados.
La cocina birmana no tiene la misma reputación que la de sus vecinos de Tailandia. La base de la alimentación de este país es el pescado, acompañado con arroz o verduras, y habitualmente mezclado o cocinado con curry. El plato nacional, el mohinga, es una especie de sopa elaborada con pescado, fideos, cilantro y cebolla. Otros muchos platos se elaboran con gambas y mariscos, como el balachaung, bien aderezado con ajo y un poco picante. Los condimentos principales son el curry, el coco, el ajo y la guindilla. Las verduras son el ingrediente principal de la mayoría de las sopas. La ensalada más típica es la llamada Phet Thoke, elabaorada con hojas aplastadas, cacahuetes picados, ajo y tomate. En lo que a los postres se refiere, destacan los pasteles de sémola, aromatizados con coco, o las tartas de plátano, sin olvidarnos, claro está, de la gran cantidad de frutas tropicales (sandía, melón verde, piña, papaya, banana...) presentes a lo largo y ancho de sus fronteras. Para desayunar, os recomendamos empezar el día con un refrescante zumo de sandía, melón o papaya. Su sabor es excelente. Para acompañar las comidas, podéis probar la cerveza local, la Myanmar, cuyo nombre a decir verdad, no resulta nada original.
La mayoría de las tradiciones birmanas están ligadas al budismo. Resulta prácticamente imposible hablar de cultura y arte sin evocar esta religión que caracteriza al país en todos sus aspectos. El arte birmano ha estado principalmente enfocado a la arquitectura, y en concreto, a la construcción de templos y lugares de culto como monasterios, pagodas o estatuas y e imágenes de Buda. La forma de espectáculo popular tradicional del país son los teatros de marionetas, aunque lo cierto es que su interés entre las nuevas generaciones no es ni mucho menos el mismo que el de las generaciones anteriores. Los protagonistas de este tipo de espectáculos suelen ser deidades, espíritus o seres mitológicos de la cultura hinduista. La música tiene una gran importancia y es considerada como una de las más nobles artes del país, por la unión que esta representa entre el cuerpo y el alma. Al igual que sus vecinos de Tailandia, Camboya, India e Indonesia, los cuentos e historias que narran la historia y cuentan las vivencias de Buda, son muy apreciados.
Es necesario vestirse convenientemente, evitando cualquier atuendo provocativo, no hablar ni gritar demasiado fuerte, no tocar la cabeza a los niños, y todavía menos a los monjes, ni señalar a la gente o las cosas con el pie. En los templos es necesario descalzarse. En líneas generales, sé tú mismo, no intentes imitar las culturas locales y no hagas nada que no harías en tu propio país.
Atrévete a llevar el longhi o el sarong (su versión tailandesa), la larga falda llevada indistintamente por hombres y mujeres. Esta prenda permite soportar el sofocante calor sin vestir "indecentemente".