Publicado el 28/09/2021

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Bienvenidos a Ponza: la joya de las islas Pontinas

La isla volcánica de Ponza, en la provincia de Latina (Lacio), es un pequeño paraíso insular perteneciente al archipiélago de las Pontinas localizado a menos de 120 kilómetros de Roma. Entre sus acantilados, calas y playas vírgenes, a las que se puede llegar a pie o unicamente por mar, podrás practicar deportes acuáticos y de aventura, hacer excursiones por el maquis mediterráneo o bien disfrutar de un merecido día de descanso a orillas del mar Tirreno.

Su escarpada costa forma impresionantes miradores y esconde maravillosas calas naturales, donde el agua es tan transparente que parece una piscina. Pero Ponza no es sólo mar y naturaleza, ya que el alma de la isla está contenida, sobre todo, en las tradiciones populares que los lugareños guardan celosamente. He aquí un pequeño listado con los lugares y actividades más destacados de la isla para que puedas sacarle el máximo partido a tu estancia en este pequeño paraiso natural, perfecto para complementar una escapada por Roma y sus alrededores. - © Shutterstock

Las piscinas naturales

Las piscinas naturales

El "Frontone" es una de las calas más populares de la isla, ya que cuenta con dos grandes piscinas naturales de aguas color turquesa que no pasan inadvertidas ante los ojos de los visitantes. Se puede acceder a ella por tierra, a través de un camino de escalones tallados en la roca; o bien tomar un taxi boat 5 euros por un servicio de ida y vuelta. Durante el verano esta es la playa más animada de la isla, especialmente entre los jóvenes, siendo todo un ritual disfrutar de un delicioso aperitivo en las terrazas localizadas en los alrededores mientras se contempla el atardecer. - © Shutterstock

Bahía de Cala Cecata

Bahía de Cala Cecata

Además de sus límpidas aguas cristalinas, una de las principales características de Cala Cecata es la escalera que baja a la playa. Podríamos describirla como un descenso en picado hacia el mar que suscita emociones contrastadas de asombro y admiración al mismo tiempo. Al bajar los escalones, mientras el viento acaricia tu piel, tendrá la sensación de volar.  - © EASYVOYAGE

Punta Papa

Punta Papa

La claridad de sus aguas en las que se esconden los restos de un naufragio, convierten a Punta Papa en el mejor lugar de toda Ponza para los amantes del submarinismo. En los alrededores podrás contemplar un antiguo fuerte que te servirá como referencia para llegar fácilmente a Cala dell'Acqua, la única cala de la isla dotada de acceso por carretera. Por último, hay una leyenda que cuenta que un pirata escondió un tesoro entre las rocas de la Grotta di Zì Teresa, situada bajo Punta Papa. Lo mismo, con un poco de suerte, puedes encontrar el botín y vivir el resto de tus días a cuerpo de rey.  - © EASYVOYAGE

Cuevas de Pilatos

Cuevas de Pilatos

Las Grotte di Pilato no fueron creadas por la erosión, sino que fueron excavadas por el hombre y están conectadas entre sí por pasajes submarinos. El sistema consta de cinco cuevas, cada una dedicada a una deidad pagana, que se unen en una piscina exterior. Durante la época romana, las cuevas se utilizaban como estanques de pesca. Hoy en día, se pueden visitar a bordo de pequeñas embarcaciones.   - © EASYVOYAGE

Los farallones de Lucia Rosa

Los farallones de Lucía Rosa toman su nombre de una historia real. Parece ser que, entre los siglos XVIII y XIX, esta joven se enamoró de un granjero, pero su padre le prohibió casarse con él, por lo que esta decidió arrojarse a las rocas, poniendo fin a su desamor. Tanto los farallones como la playa del mismo nombre, actualmente cerrada al público, sólo son accesibles por mar.  

Arco natural

Arco natural

El Arco Natural, llamado así por su forma, es otro de los farallones inaccesibles por tierra. Este es llamado por los habitantes "u'spacc purp" y es posible atravesarlo en barco. Al pasar bajo su majestuoso arco, no olvides pedir un deseo, como manda la tradición.  - © EASYVOYAGE

Cementerio de Punta della Madonna

El cementerio de la Punta della Madonna está situado en el promontorio del mismo nombre, donde se encontraba la residencia de verano del emperador Augusto. Gracias a su singular arquitectura, este es considerado como uno de los cementerios más interesantes en el mundo. La capilla de la Virgen, que hoy sirve de cementerio, fue en su día un punto de referencia para los marineros, que rezaban para dar gracias por su buena suerte en el mar, función que ahora cumple el faro localizado en las cercanías.