El arquitecto Stefano Boeri cree que mediante la construcción de un barrio compuesto por rascacielos cubiertos de árboles, Liuzhou tendrá la capacidad de mejorar la calidad del aire local y reducir los niveles generales de contaminación.
Publicado el 12/07/2017
En un esfuerzo por combatir el creciente problema de la contaminación, China ha iniciado oficialmente la construcción de una "ciudad forestal".
Mientras que los informes más recientes muestran que los niveles de contaminación y dióxido de carbono aún no han alcanzado un punto crítico para la ciudad de Liuzhou (en el sur de China), las autoridades locales han decidido lanzar un ataque preventivo, con la esperanza de evitar una nueva disminución de la calidad del aire que allí se respira. El departamento de planificación urbana del municipio de Liuzhou ha encargado a la firma diseñadora italiana Stefano Boeri Architetti la creación de una denominada forest city, o lo que es lo mismo: una ciudad forestal o ciudad bosque. La construcción comenzó oficialmente el pasado 26 de junio y se espera que esté concluida para 2020. - © Czamfir/123RF
El arquitecto Stefano Boeri cree que mediante la construcción de un barrio compuesto por rascacielos cubiertos de árboles, Liuzhou tendrá la capacidad de mejorar la calidad del aire local y reducir los niveles generales de contaminación.
Según el propia Stefano Boeri, esta ciudad forestal de Liuzhou estará cubierta por unos 40.000 árboles y cerca de un millón de plantas de distinta variedad, ya que serán extraídas de más de 100 especies diferentes. Si todo va de acuerdo con el plan establecido, las plantas deben ser capaces de absorber la cantidad estimada de 10.000 toneladas de dióxido de carbono y más de 57 toneladas de contaminantes anuales, lo que equivaldría a la retirada de más de 2.100 coches de las carreteras locales.
NEWS by Stefano Boeri Architetti : the first Forest City is under construction in China... https://t.co/ARXh5v6K08
— SBA (@boeriarchitetti) 23 de junio de 2017
Se espera que la ciudad forestal albergue aproximadamente a 30.000 residentes y, junto con los hogares corrientes, también se prevé la construcción de nuevas oficinas, hoteles, hospitales y escuelas. Según los desarrolladores, el nuevo barrio estará casi exclusivamente alimentado por fuentes de energía renovables, como por ejemplo paneles solares.
Sin embargo, Liuzhou no es la única ciudad en China en presenciar la construcción de los edificios diseñados bajo la firma de Stefano Boeri. A principios de este mismo 2017 ya comenzó la puesta en marcha de dos torres forestales en la ciudad oriental de Nanjing. Las torres, que contarán con oficinas, un hotel de lujo de 247 habitaciones, un museo y una escuela de arquitectura, se espera que se complete para el próximo año. Las plantas que van a cubrir las torres de Nanjing consumirían aproximadamente 25 toneladas de dióxido de carbono cada año y producirían más de 25 kilogramos de oxígeno cada día. Si bien estas cifras pueden sonar impresionantes, su efecto sobre los niveles generales de contaminación de la ciudad se espera que sea mínimo. Aunque sí es cierto que Boeri está utilizando las torres como modelo a seguir en la ciudad forestal de Liuzhou, su obra con mayor desarrollo en contra de la contaminación.
En declaraciones al periódico británico The Guardian, Stefano Boeri dijo que las ciudades forestales podrían alterar fundamentalmente las zonas urbanas de China: "Las autoridades chinas han creado estas pesadillas, unos inmensos entornos metropolitanos. Pero ahora deben imaginar un nuevo modelo de ciudad que no trate de extenderse y expandirse, sino que sea un sistema de pequeñas ciudades verdes".
No sólo China ha puesto sus miras y manos Stefano Boeri, ya que también está construyendo otra torre forestal en Lausana (Suiza), la cual espera que esté terminada, al igual que las torres de Nanjing, para el próximo año 2018.
En el año 2014 se había completado la construcción del complejo Bosco Verticale de Boeri, dos torres forestales ubicadas en el corazón de Milán (Italia). Las torres de Milán miden 360 y 250 pies, respectivamente, y sus tejados y balcones están cubiertos por más de 900 árboles y más de 20.000 plantas, que incluyen desde flores hasta arbustos. En el pasado, Boeri declaró que si estas mismas plantas de una sola de las torres fueran plantadas en terreno llano requerirían 75.000 pies cuadrados.
A medida que los niveles de contaminación global se están convirtiendo en un problema cada vez mayor (tanto que las personas están empezando a demandar a los gobiernos locales mayores medidas que los protejan), los edificios forestales de Stefano Boeri Architetti pueden convertirse en un lugar cada vez más común.
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