Publicado el 25/06/2019 (Modificado el 04/09/2020)

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Conoce los pueblos marineros más bellos de España

Desde Galicia hasta Murcia, pasando por Baleares y Canarias. Aprovechando que hoy se celebra el Día de la Gente de Mar, nos hemos recorrido literalmente todo el litoral español para presentarte los pueblos pesqueros más bellos de toda la costa de España. Bellos como ellos solos, amarrados a los acantilados, impregnados de la sal del mar. Estas villas enamoran a propios y extraños con sus calles intrincadas, sus horizontes infinitos y sus atardeceres camaleónicos, mutantes, que pintados de mil colores tiñen las aguas del mar ofreciendo por partida doble espectáculos efímeros, fugitivos, fugaces, que se escurren en el tiempo como la arena del mar entre los dedos. ¿Morderás en el anzuelo?

Sitges (Barcelona)

Perteneciente a la provincia de Barcelona, y a tan sólo 38 kilómetros de la Ciudad Condal, esta villa pesquera es toda una joya del Mediterráneo. Un puñado de casas blancas, situado entre el azul de la mar y el verdor del Parque Natural del Garraf. Sin duda un enclave privilegiado que bien merece ser considerado como uno de los pueblos más bellos, no sólo de Cataluña, también de España. Con casi una veintena de playas, Sitges es el destino perfecto para dorarse al sol, y además las hay para todos los gustos: grandes, pequeñas, tranquilas, naturistas, urbanas... Seis de ellas han obtenido además el distintivo ISO 14.001 por su excelente calidad en cuanto al agua, la arena y los servicios al público. Pero Sitges no es sólo un destino playero. Conjuga junto con el ocio una amplia oferta cultural compuesta por un rico patrimonio arquitectónico en el que destaca la iglesia de San Bartolomé y Santa Tecla, un hermoso templo barroco que elevado sobre una colina preside la principal playa de la villa. No olvides tomarte una foto con este marco, será el mejor recuerdo que te podrás llevar. - © mletsch / 123RF

Cudillero (Asturias)

Este pintoresco pueblo es la versión española del tan popular en Instagram Cinque Terre italiano. Así que si quieres la versión low cost de este fenómeno turístico pon rumbo a Cudillero, que seguro que te pilla mucho más cerca que Liguria. Nada tiene que envidiar. Este pueblo asturiano ofrece una estampa entrañable conformada por sus cientos de coloridas casas colgantes, escalonadas a orillas del mar Cantábrico. Un lugar perfecto para desconectar de la rutina y cambiar el sofocante calor de la Meseta por el verdor de los prados asturianos en perfecta armonía con la fresca y salada brisa marina, ¿puede haber mejor combinación? Sí, porque además, Cudillero ofrece lo mejor de la gastronomía asturiana. El mejor marisco recién salido de la mar o los cachopos más jugosos para los paladares carnívoros, sin olvidar una buena degustación de queso de Cabrales regada por un buen vaso de sidra. No creemos que pueda existir un plan mejor, si lo conoces dínoslo. - © Tono Balaguer / 123RF

Corrubedo (La Coruña)

Esta villa de Galicia se encuentra ubicada en un complejo dunar de igual nombre: el Parque natural de las Dunas de Corrubedo, por lo que no hace falta ni decir cuál es el principal atractivo de la localidad. Con más de un kilómetro de largo, 250 metros de ancho y veinte metros de altura, esta duna se alberga a su vez en nada menos que mil hectáreas de parque natural, que además incluyen la playa de Corrubedo, las lagunas de agua dulce de Vixán, y la de agua salada de Carregal. Ambas, acogen entre juncos y carrizos a las 3.000 aves acuáticas que viven aquí. En tu visita a esta localidad, tampoco puedes perderte el Faro de Corrubedo, situado en el extremo de un cabo desde donde ofrece unas inmejorables vistas que incluso permiten apreciar las luces de los faros de Finisterre y de las Islas Cíes, ¿te lo vas a perder? - © Raquel Liz Lopez / 123RF

Sóller (Mallorca)

Sóller es la capital de la Sierra de Tramontana, y está considerada como uno de los puntos más turísticos de Mallorca, ¿por qué? Razones no faltan. Su conjunto arquitectónico es uno de los más valiosos de la isla, dada la vasta historia de la villa. Destacan la Torre Picada y el Castillo del Puerto de Sóller, que datan del siglo XVI, época en que la localidad estuvo amenazada por los corsarios, motivo por el cual se levantó la torre de defensa. Por esa misma razón, también se fortificó una parte del pueblo, aunque de esta última construcción sólo queda un trozo de muralla junto a la iglesia parroquial, también digna de ser visitada. Sóller domina el conocido como valle de los naranjosn y es que los cítricos que se recolectan en esta zona son, por su calidad, famosos en toda la isla. Tampoco te puedes perder su concurrido paseo marítimo, ni el atardecer desde el Mirador de Santa Catalina, cuyas vistas grabarán en tu retina uno de los mejores recuendos que te podrás llevar de las Baleares. - © Tono Balaguer / 123RF

San Vicente de la Barquera (Cantabria)

San Vicente de la Barquera no sólo es conocido por ser el pueblo del ex triunfito David Bustamante, es mucho más que esta anécdota. Esta histórica villa norteña reposa a orillas del mar con un telón de fondo tan privilegiado como son los Picos de Europa, y dentro de los límites del parque natural de Oyambre. Los indecisos ante la pregunta ¿mar o montaña? encuentran en esta localidad el enclave ideal para pasar unas vacaciones sin tener que elegir. No es de extrañar por tanto que se trate de uno de los pueblos más bellos de la Cornisa Cantábrica. Lo es también en parte gracias a la Puebla vieja, conjunto histórico que esconde tesoros como el Castillo del Rey, la iglesia de Santa María de los Ángeles, el antiguo convento de San Luis, la Torre del Preboste, la Capilla de la Virgen de la Barquera, el Lazareto de Abaño o el Fuerte de Santa Cruz de Suaz. - © Isaias Ibanez / 123RF

Motrico (Guipúzcoa)

En euskera y ofialmente Mutriko, esta villa vasca pertenece a la comarca del Bajo Deva. Sus costas son acantilados donde se abren dos pequeñas bahías, un de las cuales alberga el núcleo urbano y el puerto, mientras que la otra, que comparte con Ondárroa, está formada por la desembocadura del Artibai, donde se abre la mayor de sus playas, la de Saturrarán. La tradición marinera y pescadora de sus gentes y la perfecta conservación del casco antiguo, que dibuja un intrincado entramado callejuelas que desembocan en un pintoresco pueblo, convierten a esta localidad en un destino turístico perfecto. Y ello sin haber nombrado todo su patrimonio monumental, del que cabe destacar el Palacio Galdona, la Lonja Zaharra, el Palacio Zabiel, la Casa de Churruca y la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, así como sus extensas playas. - © Boris Stroujko / 123RF

Mijas (Málaga)

Situado en plena Costa del Sol, Mijas es una de las villas más bellas y populares de la provincia de Málaga, y en general, de la región de Andalucía. En sus más de doce kilómetros de litoral alberga nada menos que dieciséis playas que hacen las delicias de locales y visitantes a lo largo de todo el año, gracias a las suaves temperaturas que se disfrutan en el litoral, pero especialmente durante la época estival. Pero como todos los pueblos que os vamos a presentar, no son sólo playa. Al margen del mar, Mijas es ya en sí un encantador pueblo blanco con un hermoso casco histórico que guarece entre sus intrincadas callejuelas monumentos históricos como la emita de la Virgen de la Peña, la Parroquia de la Inmaculada Concepción o los Jardines de la Muralla, construidos sobre los restos de la antigua fortaleza que rodeaba el pueblo y que ofrecen a su vez un mirados con vistas al mar, ¿se os ocurre mejor manera de cerrar la visita que desde aquí? - ©Alex Tihonov (www.alextihonov.com) / 123RF

Cabo de Palos (Murcia)

Murcia, ¡qué hermosa eres! Y Cabo de Palos especialmente, ¿que por qué? Para empezar, su fondo marino está considerado como una de las reservas más importantes del Mediterráneo gracias a su riqueza y su gran estado de conservación, lo cual motivó la protección de los mismos dentro de la Reserva Marina de Cabo de Palos e Islas Hormigas. Además, Cabo de Palos está circundado de pequeñas playas en las que aislarse del caos de las urbes, como Cala de la Escalerica, Cala Fría, Cala de las Melvas o Cala Avellán. Ya se sabe que el mar da mucha hambre, y por ello te recomendamos que repongas fuerzas en a base de la mejor receta local, el caldero del mar Menor, una delicia a base de arroz y pescados de la zona, en particular el mero, a la cual no sólo no te podrás resistir, sino que además querrás repetir. - © dam@seaphotoart.com / 123RF

Mogán (Gran Canaria)

Mogán se encuentra al suroeste de la isla de Gran Canaria, en un enclave natural privilegiado que forma parte de la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos. Incluye íntegramente el Monumento Natural de Tauro, así como parte del Parque Rural del Nublo y de la Reserva Natural Integral de Inagua. Y en mitad de todo ese verde encontramos esta pintoresca villa pesquera cuajada de coloridas casas salpicadas de alegres buganvillas, que miran todas hacia un puerto atestado de barcas de pescadores y lujosos yates que conviven a la par. No dejes de perderte por su barrio marinero y sus empinadas callejuelas, ni de probar las exquisiteces locales, entre las que destacan las lapas sudadas con mojo verde, que están ¡para chuparse los dedos! - © Pawel Opaska / 123RF

Peñíscola (Castellón)

Esta villa castellonense abarca una de las sierras litorales más vírgenes de la costa valenciana, la Sierra de Irta, que acaba en el mar en una costa rocosa baja, y en algunos puntos de altos acantilados, como el de Badum. Lla ciudad en sí tiene una curiosa geografía, ya que se sitúa en un tómbolo, que viene a ser una península rocosa unida a la tierra por un istmo de arena. Sobre la peña se levanta su casco viejo, del que sale el monumento más icónico de la villa, y por el cual es tan popular, que no es otro que el castillo templario del Papa Luna, erigido a principios del siglo XIV, cuya situación divide la costa de Peñíscola en dos mitades diferentes. Tampoco te puedes perder la casa de las Conchas, el Bufador, la ermita de Santa Ana y la entrada de Portal Fosc. y es que la belleza de esta ciudadela medieval empedrada y perfectamente amurallada es tal que le ha valido para su reconocimiento como uno de Los Pueblos más bonitos de España. - © Henryk Sadura Travel Photography / 123RF