Creado en 2008, el premio Capital Verde Europea se concede cada año a una ciudad europea de más de 100.000 habitantes que haya demostrado ser líder en el ámbito de la sostenibilidad medioambiental, social y económica.
Gracias a su compromiso con la ecología y la sostenibilidad, Grenoble ha conseguido destacar frente a grandes ciudades como la también francesa Dijon, Tallin en Estonia o Turín en Italia.
Además del honor de recibir el premio de Capital Verde Europea, el título implica importantes compromisos que la metrópoli de la región Ródano-Alpes debe cumplir para estar a la altura de su título desde los criterios anteriormente citados. Para ello, el calendario "verde" de Grenoble desborda de iniciativas.
A lo largo del año, se organizarán cerca de 300 actos para "reflexionar, intercambiar y vibrar", se plantarán 1.300 árboles, y se financiarán 52 proyectos ecológicos, como el desarrollo de huertos educativos por parte de la asociación Brin de Grelinette, la organización de campos de trabajo participativos para jóvenes en el barrio de Villeneuve y diversas manifestaciones artísticas que tendrán lugar en el Centro Coreográfico Nacional de Grenoble.