Publicado el 01/11/2018

#Cultura #Martinica

La elegancia francesa se mezcla con el Caribe más puro en La Martinica

En pleno corazón del Caribe, en el grupo de islas Antillas Menores se encuentra este territorio francés perteneciente a la Unión Europea. Una isla de contrastes que mezcla las leyes francesas con un pasado de piratas y esclavos, la elegancia del país galo con la naturaleza salvaje y envidiable del Caribe. Un lugar donde siempre es primavera, porque la temperatura roza durante todo el año los 25 grados. Un paraíso de playas de arena blanca y fina y aguas tan cristalinas que parecen de fantasía. La 'isla de las flores' te espera para envolverte en su acento caribeño. Descubre con nosotros los lugares de la Martinica que no puedes perderte en tu visita a este hermoso lugar.

Fort-de-France

Fort-de-France es la capital de La Martinica. Alegres casas de colores a distintos niveles ubicadas entre la montaña y el mar y donde se encuentra el puerto de cruceros de la isla. Uno de los edificios emblemáticos de la zona y que no pueden faltar en tu visita a la capital es la Biblioteca Schoelcher.
Este edificio se creó para la Exposición Universal de Paris de 1889 y fue trasladado a la isla por piezas en 1893. Acoge en su interior una colección de más de 9.000 libros donados por Víctor Schoelcher, activista destacado por la abolición de la esclavitud en las colonias francesas.

Otras atracciones turísticas de la capital son el Fort Saint Louis, el Paláis de Justice y la Cathédrale Saint-Louis.
- © Tel: +49(0)9403 962747 www.foto-und-mehr.de

Le Marin

Uno de los puertos más bellos de todo el Caribe se esconde en La Martinica. Es también uno de los más famosos de la zona por las numerosas actividades culturales y náuticas que animan la vida de la zona sur de la isla. Si visitas el puerto, pasea hasta la catedral de Le Marin, otro lugar que no debes perderte. - © Petr Kovalenkov

Montagne Pelée

El principal atractivo de la isla es este volcán con casi 1.400 metros de altura, famoso por la desgracia de ser uno de los más destructivos de la historia.
En el año 1902, una erupción de la Montaña Pelada provocó la destrucción completa de la ciudad de Saint Pierre.

Los amantes del senderismo o trekking tienen en este volcán una ruta perfecta, ya que en 3 o 5 horas se puede alcanzar su cima, obteniendo así unas vistas únicas de la isla. Eso sí, las nubes siempre suelen estar rodeando al volcán.
- © bluelight/123RF

Saint Pierre

Reconstruida a partir de sus cenizas como el ave Fénix, esta ciudad sufrió uno de los capítulos más negros de la historia. La Montagne Pelée entró en erupción en el año 1902 sin previo aviso, acabando con la ciudad al completo y con la vida de más de 30.000 personas.
De hecho a esta ciudad se le conoce como la Pompeya del Caribe.

En la actualidad ha sido declarada como Cuidad de Arte y de Historia. Aun se pueden visitar los estragos que causó el volcán en algunas partes de la ciudad, como en las ruinas del teatro, del psiquiátrico, de la cárcel, o del barrio de Le Figuier.
- © Philippe Halle

Sainte-Anne

El Caribe en todo su esplendor.
En esta zona de la isla se encuentran las playas más bellas y paradisiacas de La Martinica. Es la ciudad más turística de la isla, donde los visitantes vienen cegados por la belleza de sus playas. De hecho, la playa de Salines es considerada como la más bella de toda la zona.

Es el clásico paisaje caribeño que uno reproduce en la mente, con cocoteros en la orilla, playas de arena fina y blanca y aguas turquesas.
- © HALLE PHILIPPE

Anse Michel

Una pequeña playa de arena fina y agua transparente a la que le da sombra un bosque de cocoteros. La playa perfecta del Caribe sin lugar a dudas. - © marcbruxelle

Grande Anse d'Arlet

Al norte del pueblo Les Anses-d'Arlet se encuentra esta maravillosa playa donde es posible nadar con tortugas. Es un lugar ideal para descansar en su orilla de arena blanca y sus aguas transparentes. Los fines de semana, la zona se anima con su maravilloso paseo lleno de bares y restaurantes. - © Rafal Gadomski

Le Diamant

Es una de las ciudades que más curiosidad despierta entre los visitantes por la combinación de historia, cultura y naturaleza viva. De hecho, la ciudad debe su nombre a la gran roca que se alza en medio del mar, una chimenea volcánica que sirve de hogar a las aves marinas. - © marcbruxelle

Le Diamant II

Como decíamos anteriormente, esta ciudad es famosa también por la historia. Aquí se ubican la Casa del Presidiario y el Memorial de la Ensenada Cafard, dos lugares de visita obligada si se quiere conocer la historia de la isla.
El monumento que aparece en la fotografía es un homenaje a los esclavos, especialmente a los que murieron en el naufragio de l'Anse Cafard.
- © Philippe Halle

Pointe du Bout

Una de las principales zonas turísticas de la isla de La Martinica. Tiendas, restaurantes y heladerías se extienden a lo largo de sus animadas calles. Y además cuanta con una de las mejores playas de la isla, la playa de Anse Mitan, donde los visitantes acuden en masa para bucear en las aguas turquesas junto a la costa. - © Claudio Bruni

Les Trois-Ilets

Debe su nombre a los tres islotes rocosos de la costa de la Punta aux Pères. Esta encantadora localidad, una de las más conocidas del litoral de La Martinica, es el lugar perfecto para sentir de cerca la vida criolla.
En ella se dice que comenzó el turismo de playa en los años 60 gracias a las playas de Anse Mitan y Anse-a-l'Ane.
- © HALLE PHILIPPE

Jardines de Balata

Una maravilla en el corazón de La Martinica. No por nada esta isla francesa es conocida como la isla de las flores. Y es que en estos jardines conviven más de 3.000 especies de plantas y flores tropicales, ofreciendo al visitante una variedad, unos colores y un sentir indescriptibles. - © Philippe Halle

Destilería Depaz

Las casas coloniales o habitations son una constante por la isla, no dudes en conocer alguna. Pero puestos a elegir, que mejor que hacer una visita a esta hermosa casa colonial que a día de hoy es la destilería de ron Rhum Depaz.
Ver el proceso de la destilación de este producto típico de la zona es toda una experiencia pero si además puedes conocer una autentica casa colonial restaurada, la visita se vuelve mucho más interesante. Además, ya tienes un suvenir que traer ¿no?
- © HALLE PHILIPPE

El Tombolo

Es un islote que se encuentra frente al pueblo de Sainte Maire y que durante gran parte del año únicamente es accesible en barco. Pero entre los meses de enero y abril puede visitarse a pie gracias a la marea baja. Se puede subir a dos de sus picos y desde allí contemplar unas impresionantes vistas de Sainte Marie y la playa. - © HALLE PHILIPPE

Grand'Rivière

La auténtica Martinica se deja ver aquí, en este pequeño pueblo de pescadores perfecto para los amantes de la tranquilidad y la vida relajada. - © Philippe Halle