Publicado el 27/12/2018
Pese a que el ser humano es el principal enemigo de la naturaleza, también es capaz de aliarse con ella y ofrecer creaciones espectaculares. Desde los campos de lavanda púrpura provenzal hasta la belleza incomparable de los tulipanes holandeses, la mano del hombre también puede ser partícipe y jugar un rol protagonista en los paisajes de la Tierra que, en vez de luchar por sobrevivir, se muestran más vivos y hermosos que nunca.
El lugar más emblemático de Filipinas es la Isla de Luzón, en Banaue. Es aquí, en la cordillera, donde se pueden admirar los extraordinarios campos de arroz dispuestos en terrazas, un sitio bucólico y reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1995. Los campos de arroz de Banaue se consideran la octava maravilla del mundo, tienen más de 2.000 años de antigüedad y se se encuentran encajados en las montañas de Ifugao.
Con una extensión de más de 10.000 kilómetros cuadrados y una altura de 1.500 metros, los arrozales llegan a atravesar hasta cinco provincias del norte de Filipinas.
El mejor momento para contemplar esto impresionantes campos de arroz es entre febrero y mayo. En esta época el tono verde de los campos se vuelve único. En cambio, si los visitas entre octubre y diciembre, te encontrarás los campos completamente inundados. - © jonaldm/123RF
El Palmeral de Elche, en Alicante, es el hogar de más de 200.000 ejemplares de palmeras que en la actualidad, forman parte del palmeral más grande de toda Europa y, es también, uno de los más extensos del planeta. 500 hectáreas de palmeras datileras ocupan este tesoro de la Costa Blanca. La primera de ellas fue traída por los musulmanes cuando ocuparon la Península. Más tarde, en la Edad Media empezaron a dictarse leyes con la finalidad de proteger el palmeral que se consideraba un elemento identificativo de la cultura islámica.
En el año 2000 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En la actualidad, puedes visitarlo y conocer a la famosa Palmera Imperial en homenaje a emperatriz Sissi que visitó el palmeral en 1894 y se quedó asombrada con esta gran palmera de siete vástagos. - © Lilyana Vynogradova
Si sueñas con perderte en un océano púrpura, dirígete a La Provenza y sus espectaculares extensiones de lavanda. Desde junio hasta principios de agosto, los campos están en flor y una explosión de tonalidades violetas envuelve el paisaje. Cuando sopla el viento, las flores de lavanda desprenden un exquisito aroma que conquistará todos tus sentidos. - © stevanzz/123RF
Es en la provincia china de Yunnan y más precisamente en el Luoping Xian donde se encuentra este lugar de tan inmensa belleza cuando florece en primavera. Los vastos campos de colza de esta región hacen brotar sus flores en el mes febrero. El espectáculo de color amarillo brillante es impresionante e invade todo el valle. Merece la pena esperarse hasta esta fecha para poder contemplar la espectacularidad del paisaje. - © Guitar_Tawatchai/123RF
Los tulipanes son parte de la identidad de Holanda. Importados del Imperio Otomano en los Países Bajos en el siglo XVI, estas flores disfrutaron de un gran éxito en el siglo XVII, la Edad de Oro holandesa. Aparecieron en pinturas y en festivales y se hicieron tan populares que los bulbos se usaron como moneda de cambio.
Para admirar este espectáculo único, es en la primavera (desde mediados de marzo hasta finales de mayo) que los campos de tulipanes hacen magia con sus colores. El pólder del Noreste, Noordoostpolder, es la región con más tulipanes en todo el país y donde se celebra a finales de abril, el Festival del Tulipán. Aalsmeer, cerca de Ámsterdam, alberga la mayor subasta de flores del mundo, FloraHolland. Aunque si quieres conocer el jardín de tulipanes más grande del mundo entonces tendrás que visitar el Keukenhof, en la región de Bollenstreek. - © olgysha/123RF
Desde Santiago, hacia el este, puedes cruzar la cordillera andina por el puesto fronterizo del Puente del Inca, a los pies del Aconcagua, la montaña más alta de América. Cualquier punto del sendero te ofrecerá la oportunidad de contemplar un paisaje único, rebosante de viñedos y de colores y acompañado por la espectacularidad de las montañas. - ©senia Ragozina/123RF
Está claro que un cocotero en el jardín nos trasladaría de inmediato a una playa paradisiaca y en un ambiente muy exótico. Si consiguieras mantenerlo, seguro que no tendría el mismo aspecto que los de Koh Samui, el clima tailandés reúne los ingredientes perfectos para hacer crecer los prominentes cocoteros. - ©Somchai T. /123RF
Entre los Alpes y los Apeninos, atravesada por el río Po, se sitúa la región italiana de Piamonte. Los terrenos montañosos se cubren a menudo de una intensa niebla que da nombre a una de sus cepas más conocidas, el nebbiolo. La particularidad del terreno junto a las condiciones climáticas de la región han convertido los vinos de Piamonte en vinos de gran calidad, destacando dos tintos de fama internacional, el Barolo y el Barbaresco.
Si tienes la oportunidad de viajar a esta región, no olvides degustar estos fantásticos vinos y visitar los viñedos cubiertos por la espesa niebla que confiere al paisaje un encanto muy especial. - © Maurizio Milanesio - www.milanesio.it
Tayikistán atesora maravillas especies típicas de la flora de montaña como son los edelweiss y los enebros. No obstante, la tradición agrícola del país se centra en el cultivo de algodón. Si recorres los valles de Dusambé te encontrarás con enormes extensiones de campos de algodón. Cuando las plantas están el sol todo el terreno se tiñe de blanco, tal y como si hubiera nevado. - © casadaphoto/123RF
El lago Kawaguchi es uno de los lugares con la mejor vista del Monte Fuji. Pasearse por la orilla, contemplando el reflejo de las sakura (cerezos den flor) junto al del Monte sobre el lago durante la primavera es uno de los fenómenos más maravillosos de la naturaleza nipona que muchos turistas y japoneses no dudan en perderse. - © Jirat Srisabye/123RF
Si la osteospermum es comúnmente conocida como la margarita del Cabo es porque esta colorida flor fue importada de Sudáfrica. Esta planta perenne es especialmente popular por su larga y abundante floración y, también, por su resistencia al frío. Incluso, si las condiciones son las adecuadas, la margarita sudafricana puede florecer varias veces al año y mantener sus llamativos colores prácticamente en las cuatro estaciones. - © Grobler du Preez/123RF
Los japoneses son apasionados de las flores, incluso el calendario floral marca los eventos más importantes en sus agendas. El mes de septiembre está dedicado especialmente al lycoris radiata, también conocido como lycoris rouge. Uno de los mejores lugares para ver esta flor en su mayor esplendor es en el Parque Kinchakuda en Saitama, cerca de Tokio.
Un paseo por las tonalidades rojas del lycoris radiata es una experiencia única y un pequeño aperitivo de lo que puedes descubrir en otoño con la llegada del momiji a Japón. - © Sakarin Sawasdinaka/123RF
Pando es, en apariencia, un bosque de álamos temblorosos situado en Utah, al oeste de Estados Unidos. Pero realmente los más de 40 mil álamos repartidos en este terreno de 43 hectáreas provienen de un único sistema de raíces. Es decir, un primer álamo tembloroso ha ido clonando a partir de sus raíces miles de álamos genéticamente iguales.
El Bosque del Pando es además el más antiguo del mundo, algunas fuentes hablan de hasta 80.000 años de antigüedad. A su vez, el sistema radicular de Pando es el organismo viviente más pesado del mundo, llegando a alcanzar las 6.615 toneladas. En resumen, se trata de un ecosistema único en el mundo. - Lorenzo Bovi
Entre los lugares más pintorescos de Vietnam se encuentran las terrazas de arroz de Mu Can Chai. El cultivo de arroz en las montañas altas, típico de las regiones del noroeste del país, llaman mucho la atención de turistas y fotógrafos, especialmente en época de lluvias.
Estas majestuosas terrazas extendidas por 330 hectáreas fueron bautizadas como escaleras al cielo
por sus pobladores. Su belleza ha conseguido que estos bancales de arroz sean merecedores del título de Patrimonio Nacional, declarado por el Ministerio de Deportes, Cultura y Turismo de Vietnam en 2007. - © Sutipond somnam
Japón nos sorprende cada primavera con las sakuras, los cerezos en flor. Pero no es este el único paisaje de la naturaleza que te dejará sin aliento. El Hitachi Seaside Park es un parque público en la ciudad de Hitachinaka de 190 hectáreas cultivadas con la más asombrosa belleza.
Su popularidad se debe a las baby blue eyes
, unas flores con un color azul traslúcido que tiñen el parque de una tonalidad increíble y única en el mundo. Junto a esta flor, cuyo nombre científico es Armonía Nemophila
, se encuentran un millón de narcisos y tulipanes que inundan todavía más de color el paisaje. - © Sanchai Loongroong/123RF
Tener la oportunidad de pasear por el famoso Bosque de Bambú de Arashiyama, al noroeste de Kyoto, permite disfrutar de un paraje natural único y sentirse aislado del mundo por un instante. Es uno de los puntos más emblemáticos de la ciudad, se dice que un paseo por este santuario de la naturaleza depura el alma y no se puede definir con palabras. El viento mece ligeramente los miles de bambús que se alzan en busca de luz provocando un rumor muy especial considerado uno de los cien sonidos a preservar en Japón
. - © Noppakun Wiropart/123RF