Publicado el 08/04/2020

#Insólito #Turquía

La mejor miel del mundo es turca y alcanza las cuatro cifras

En una cueva de la ciudad turca de Artvín se localiza la miel más cara del mundo. Las abejas son las únicas que intervienen en su producción, dotándola de unas propiedades únicas y haciendo que solo un kilo de este codiciado material se haya vendido por 45.000 euros.

Productos de siempre, precios como nunca

La miel ha sido un producto apreciado por el ser humano durante milenios. Es un fluido antibacteriano, contiene proteínas, antioxidantes, alivia los resfriados, es hidratante y, por supuesto, deja un buen sabor de boca a todo el que lo prueba. Puede emplearse como mascarilla, como ingrediente culinario, para aliviar numerosas dolencias y hasta se utilizaba como método depilatorio en la antigüedad. Tipos de miel hay muchos, casi tantos como variedades de flores de las que las trabajadoras abejas extraen la materia prima para elaborar este oro líquido, pero ninguna como la miel de Elvish, conocida como la mejor del mundo. - © 123RF

Este producto cuesta 5.000 euros el kilo y se produce en una pequeña región de Turquía. Artvín, con casi 30.000 habitantes, es una ciudad situada al noroeste del país, cercana a la frontera georgiana y conocida por su atractivo paisaje natural. Cascadas, riachuelos, lagos y, por encima de todo, montañas caracterizan el entorno de la localidad. Pero, el verdadero secreto de Artvín se localiza en una de sus cuevas, concretamente en una gruta a 1.800 metros de profundidad.

Las abejas producen la miel de Elvish de una manera totalmente natural. Recogen el polen de las flores silvestres localizadas en los bosques circundantes y la llevan hasta esta cueva, donde se transforma en un preciado oro líquido. El hecho de que muchas plantas sean medicinales es parte del secreto, el resto del mérito reside en los minerales de la gruta, que aportan un valor nutricional único en el mundo. Fue en 2009 cuando unos lugareños encontraron este tesoro casi de forma fortuita. En la primera extracción se recogieron 18 kilos y el primero se vendió en Francia por la increíble cantidad de 45.000 euros. Aunque la cifra ha bajado considerablemente, el precio sigue siendo muy alto, debido no solo a la alta calidad de la miel, si no a su producción natural y a la dificultad para recolectarla.