Publicado el 12/08/2020
¿Aburrido de los típicos paisajes costeros en los que ningún elemento parece salirse de la normalidad? Si te gustaría echarle un poquito de picante a tu próxima escapada de sol y playa, esta semana te invitamos a conocer ocho sorprendentes lugares cargados de una misteriosa e innata belleza marcada por los vestigios de naufragios que les dotan de un atractivo sin igual. ¡Te invitamos a descubrirlo!
Si bien Zákinthos no goza de la misma fama que otras islas griegas como Santorini, Mykonos, Creta o Corfú, esta pequeña joya del Jónico atesora una de las playas más visitadas de todo el país heleno, a pesar de que su acceso sea un tanto complicado. Y es que la icónica cala Navagio o cala del naufragio se encuentra celosamente custodiada por imponentes acantilados desde los que el viajero podrá hacerse con una de las mejores postales de su estancia, con los restos del MV Panagiotis y el azul turquesa de sus aguas como telón de fondo. Servidor (foto) tuvo la fortuna de poder visitar este increíble lugar poco antes de que empezase la temporada veraniega del año pasado, y os asegura que el paisaje es realmente para quedarse sin aliento. - © Gonzalo González Beneytez
Sin embargo, para poder llegar hasta el lugar en los que se encuentra lo que queda de esta antigua embarcación que--según la versión oficial--fue utilizada durante la década de 1980 para el contrabando de tabaco y otros productos, pero que algunas teorías tachan de montaje del Gobierno para estimular el turismo en la zona; es necesario tomar un barco taxi en la cercana población de Vromi. Si os decantáis por esta opción, te recomendamos aprovechar la ocasión para realizar una excursión por las Grutas Azules de Zákinthos, así como el Parque Nacional Marino, zona destinada a la protección de uno de los símbolos de la isla y animal en peligro de extinción: la tortuga boba. - © samot/123RF
Inscrita en el listado de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1992, Fraser es reconocida gracias a su superficie de 1630 kilómetros cuadrados como la isla de arena más grande del mundo. Pero más allá de esto, este territorio australiano es famoso por albergar en sus dominios los restos de algo más de una veintena de naufragios. Entre los preferidos de los turistas e instagramers destaca el célebre SS Maheno; un antiguo barco a vapor que cubría la ruta entre Australia y Nueva Zelanda de unas 5.000 toneladas, que sirvió como buque hospital durante la Primera Guerra Mundial, y que fue posteriormente vendido a Japón en 1935 para reciclar sus materiales. No obstante, debido a un temporal, el navío nunca llegó a buen puerto, varándose frente a la costa de la isla, en donde permanece desde entonces para el deleite de los visitantes. - © 123 RF
Localizada en el Noroeste de la Península de Jandía, concretamente en el término municipal de Pájara, al Sudoeste de la isla de Fuerteventura; la de Garcey es sin duda una de las playas más famosas del archipiélago canario. Y es que tras el naufragio del lujoso transatlántico SS American Star frente a sus costas en 1994, la popularidad del lugar subió como la espuma, convirtiéndose los restos de la embarcación en un auténtico imán para los turistas, deseosos de sacarse unas cuantas instantáneas junto a los restos del naufragio. Con el paso de los años, el embate de las aguas del Atlántico y los constantes saqueos perpetrados por muchos visitantes deseosos de llevarse un pequeño suvenir a casa, terminó por desgastar fuertemente la estructura del pecio, hundiéndose en primer lugar la mitad de la proa, y años más tarde la parte restante, que sería completamente destruida en el año 2007. En 2013, lo que quedaba del navío despareció definitivamente bajo la superficie, si bien es cierto que cuando las mareas son bajas, todavía pueden observarse algunos de sus restos. - © Marco Arduino / 123 RF
Cambiamos de continente para aterrizar en Cabo Verde, concretamente en la costa de Boa Esperança, al norte de la isla de Boa Vista, en donde en 1968 encalló el buque de carga Cabo Santa María para la alegría de los habitantes del lugar. Y es que este navío, cuyo destino final era Sudamérica, había sido enviado por orden del dictador Francisco Franco con el objeto de entregar su preciada mercancía a los simpatizantes del régimen en dicho hemisferio. Pero tras el naufragio, los alimentos, automóviles y ropas fueron tomados por la población local. Más de medio siglo después, los restos de este pecio se han convertido en un importante reclamo turístico para decenas de visitantes, conformando junto al desierto de arena y roca que lo rodea un escenario casi post apocalíptico. - © Copyright Lucian H Milasan / 123 RF
Para llegar hasta este lugar puedes decantarte por alquilar un 4x4 y recorrer primero una carretera empedrada, después una pista de tierra y por último unos caminos un tanto salvajes, o bien ir a pie desde Sal Rei y tomar algunos de los muchos itinerarios existentes con los que tardarás entre una hora y media y dos horas. ¡La elección es tuya! - © 123 RF
Este parque nacional localizado en las cercanías de la pequeña localidad de Iverness, en el condado de Marin, atesora frente a su costa decenas de embarcaciones pertenecientes a diferentes periodos históricos que zozobraron hasta quedar sepultados bajo las aguas del Pacífico. Y es que la falta de visibilidad, sumado a las fuertes corrientes marinas de la zona, hicieron de este lugar un auténtico cementerio de embarcaciones hasta la construcción allá por 1870 del faro de Punta Reyes. Entre los restos más célebres destacan los restos del navío popularmente apodado SS Point Reyes (foto), el cual se encuentra en un estado de conservación realmente bueno. Pero además, dada su remotidad, se cree que en la bahía localizada en las cercanías de este lugar se encontraba uno de los refugios y puerto de operaciones del famoso corsario, traficante de esclavos y político británico Francis Drake, de quien toma su nombre. En este mismo lugar también se produjo en 1595 el naufragio del San Agustín, el galeón de Manila que capitaneaba Sebastián Rodríguez Cermeño. - Worldwide Copyright ©2017 Walter Arce Photography / 123 RF
Localizada en la bahía de Honduras, la isla de Roatán se ha convertido en los últimos años en un auténtico reclamo para los exploradores submarinos debido al gran número de embarcaciones presentes bajo sus aguas. Pero cabe explicar que la gran mayoría de ellas han sido hundidas a propósito para potenciar la cada vez más prospera industria del buceo en el lugar. El primero en primero en desaparecer bajo la superficie e iniciar esta nueva tendencia, fue el petrolero nicaragüense Prince Albert, el cual se hundió en las cercanías de la isla en 1987. Pero sin duda, la joya de la corona no es otra que el Odyssey Wreck, uno de los barcos naufragados más grandes del Caribe donado por la compañía Hydes of Hybur Limited tras sufrir un fuerte incendio. Las medidas de este carguero no dejaran indiferente a nadie, ya que cuenta con nada menos que 300 pies de largo y 50 de ancho. - © Two Thirds Water / 123 RF
Este paradisiaco territorio de ultramar de soberanía británica se encuentra entre los destinos vacacionales más codiciados del planeta debido a su exuberante vegetación y, en especial a sus increíbles playas de arena blanca y aguas cristalinas. Pero debido a su geolocalización en el Caribe, este pequeño país insular se ha visto frecuentemente azotado por fuertes tormentas y huracanes que han hecho naufragar a cerca de un millar de embarcaciones frente a sus costas. Entre los pecios más famosos del archipiélago se encuentran los restos del Mega One Triton, una antigua plataforma petrolífera que quedó varada en la orilla de Governor's Beach, en la isla Gran Turca en el año, en 2012 arrastrada por la furia del huracán Sandy. - © 123 RF
A pesar de que los restos de este naufragio no son tan espectaculares como los anteriores, los vestigios del Helvetia son visitados por cientos de turistas cada año para presenciar con sus propios ojos el triste devenir de este antiguo barco mercante de origen canadiense arrastrado por las mareas hasta la costa ciudad de Swansea. Según los registros marinos, en 1887 la nave partió desde el Nuevo Mundo cargada con un vasto cargamento de madera y otras materias primas con destino a Inglaterra. No obstante, tras colisionar con otro navío y ser víctima de las inclemencias meteorológicas, la embarcación terminó por sucumbir al fuerte oleaje hasta quedar atrapada a unas tres millas de la playa de la bahía de Rhossili, en donde algunas partes de su erosionado esqueleto todavía pueden ser apreciadas. - © 123 RF