Estrasburgo, capital de la Navidad
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Publicado el 20/11/2021
Recorrido por los mercados navideños más lindos de Francia
Adornos navideños muy coloridos. - © Shutterstock
La temporada de los gorros de lana, de las bufandas y de los guantes ya llegó al país de la moda. Y con el frío del invierno se acerca el mejor periodo del año: él de las festividades navideñas. Para compartir la magia de la Navidad, las ciudades francesas se visten con sus mejores galas y preparan los famosos mercados navideños. Asimismo, si quieres recorrer Francia en un entorno mágico, aquí van 5 mercados navideños que te harán volver a creer en Santa Claus.
El mayor mercado navideño francés, sin duda, el de Estrasburgo. Considerado como la capital de la Navidad, este hermoso mercado es el más antiguo de Francia y de hecho, uno de los más visitados de toda Europa. Con sus 300 chalets, su gran árbol de Navidad de 30 metros de altura y sus adornos navideños; el ?Christkindelsmärik? (el mercado del niño Jesús) convierte la ciudad alsaciana en un lugar que parece sacado de un cuento de hadas. Asimismo, durante 5 semanas, los olores de canela se apoderan de las calles estrasburguesas, los villancicos resuenan en toda la ciudad mientras los duendes de Santa Claus preparan atentamente los regalos para los niños deslizándose por la gigante pista de hielo.
Esta emocionante tradición alsaciana que data de 1570 atrae a los turistas que acuden en masa para descubrir el encanto de la ciudad. Entre la multitud de chalets iluminados por las luces y guirnaldas navideñas, encontrarás unos puestos que proponen algunas comidas típicas de la gastronomía alsaciana. De hecho, ¡no puedes dejar Estrasburgo sin haber probado el célebre Kougelhopf!
París, Ciudad Luz
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Al acercarse las fiestas navideñas, la famosa Ciudad Luz piensa a lo grande. Con sus numerosos mercaditos, los unos más bonitos que los otros, la gran capital se vuelve aún más mágica. Desde el mercado de Notre Dame, hasta el de la Torre Eiffel, pasando por el del Jardín de las Tullerías, cada uno tiene su propio encanto y tiene vista directa de los monumentos más importantes y turísticos de París.
Entre las artesanías francesas, las joyerías y las comidas típicas, encontrarás en la multitud de chalets, el regalo perfecto para tus seres queridos e incluso para ti. Si al recorrer los numerosos mercaditos se te congelan los dedos de los pies, podrás calentarte probando una buena chocolatada, un vino caliente o una típica sopa de cebolla. Y si estas bebidas calientes no te calientan, la pista de hielo situada al pie de la Torre Eiffel estará disponible para que puedas mostrar al mundo entero tus habilidades de patinaje artístico.
Reims, la ciudad de los Reyes
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Situado en el noroeste de Francia, Reims es el tercer mayor mercado navideño de Francia. Para la temporada navideña, 135 chalets de madera se elevan en la ciudad de los Reyes transformándola por completo. El olor al pan de jengibre, las guirnaldas, las luces y los adornos navideños se apoderan del centro para el deleite de grandes y pequeños.
En la plaza de la catedral, el espíritu navideño invade el ?Village de Noël? llenándolo de magia y sorpresas. Si tú también quieres sorprender a tus seres queridos, te recomendamos recorrer el ?pueblo artesanal? para descubrir las creaciones de varios artistas (pintores, escultores, ceramistas...) que ofrecen pinturas, pesebres, y una variedad de objetos tradicionales para decorar el árbol de Navidad.
Y si puedes esperar hasta el anochecer, podrás asistir al tradicional espectáculo de luces proyectado sobre la fachada de la majestuosa Catedral. Esto si que fascinara mucho.
Carcasona, ciudad histórica
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A unas horas de España, Carcasona es el destino ideal para una escapadita especial. Con sus dos monumentos declarados patrimonio mundial por la UNESCO, este sitio te reserva unos paseos especiales por sus callejuelas cargadas de historia. Pero cuando llega el mes de noviembre, Carcasona se prepara para recibir la visita de Santa Claus de la mejor manera: con el establecimiento de su lindo mercado navideño.
Con el fin de maravillar tanto a los pequeños como a los grandes, la ciudad se deja llevar por el espíritu navideño organizando una multitud de actividades navideñas. En la Plaza Gambetta, podrás encontrar una noria que te ofrecerá unas hermosas vistas de la plaza y sobre todo de la ciudad medieval.
Si tu estómago empieza a gruñir, los chalets del Portal de los Jacobinos tendrán LA solución. Entre productos locales, churros y castañas calientes, podrás probar la gastronomía de la zona. Pero no sólo esto, también podrás asistir a desfiles de animales de granja organizados para los niños y a demostraciones de cómo se fabrica el queso y otras comidas. Y si te gusta divertirte, en la Plaza Carnot se encuentra una pista de patinaje sobre hielo de unos 1,000 m². Con la música a todo volumen y el espectáculo de luces, seguro robarás la atención a las princesas Elsa y Ana.
Burdeos, ciudad del vino
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Ideal para los amantes del buen vino, el mercado navideño de Burdeos te hará la boca agua. Entre el centenar de puestos de madera, tendrás la posibilidad de probar una multitud de vinos tanto fríos como calientes, comprar unas joyerías y oler los ricos perfumes de la región. Situado en el centro de la ciudad (Allées de Tourny) y a unos pasos de la Opera, el mercado no sólo expone una variedad de productos tradicionales sino que también propone numerosas actividades y talleres para animar y entretener a los niños. El ambiente familiar se desprende de todas partes.
A la espera del 25 de diciembre para poder abrir sus regalos, los niños podrán subir al carrusel, visitar la casa de los duendes e incluso visitar la Casa del gran Santa Claus para contarle lo que más desean para Navidad. Para tener un recuerdo de esta linda estadía, podrán sacarse una foto con el Papa Noel, ¡el verdadero, obvio!