Ruta costera por la Reserva Natural de Zingaro en Sicilia
Redacción
Te invitamos a embarcarte en un trepidante recorrido por una de las reservas naturales más hermosas de Italia, siguiendo los pasos de héroes y bandoleros que encontraron refugio por estos lugares en los que la naturaleza gobierna de manera caprichosamente bella.
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Borgo Cusenza es considerado el corazón de la Reserva Natural del Zingaro. Aunque las casas ya no están habitadas, esta aglomeración rural cuenta la historia de un pueblo antiguo y sabio, libre de la contaminación de los pueblos vecinos.
Las viviendas están bien conservadas y algunas habitaciones se pueden visitar. Los objetos y el mobiliario reconstruyen con detalle la idea de la vida cotidiana del siglo pasado, que inevitablemente giraba en torno al trabajo en el campo. Se cultivaban cereales y, hasta principios del siglo XX, las aproximadamente 14 familias que vivían allí tenían incluso una bodega y acudían a las aldeas cercanas (3 km) sólo para reparar sus herramientas.
Durante el recorrido por la reserva podrás apreciar flora y la fauna características de esta zona. En lo que respecta a la vegetación, el clima general resulta determinante, con una temperatura media anual de 19°C y unas precipitaciones medias de 645 mm. Incluso cuando no llueve, los beneficiosos bancos de niebla procedentes del mar suelen estancarse en las montañas, favoreciendo los microclimas húmedos locales. Además de las especies comunes del área mediterránea, la Reserva alberga elementos particulares como el Limonium flagellare (limonium), endémico exclusivamente del tramo de costa entre Zingaro y Balestrate; el Helichrysum rupestre (siempreviva), el Dianthus rupicola (clavel), la Centaurea ucriae (aciano siciliano). Las garrigas de palmeras enanas están más extendidas y en algunos lugares son muy densas y pueden confundirse con los matorrales.
En cuanto a la fauna, el orgullo de la Reserva es el águila perdicera, que se reproduce con regularidad; el halcón peregrino, la perdiz de roca siciliana, que consigue mantener aquí poblaciones estables; el ratonero con sus grandes alas de leche de café, el cernícalo (un pequeño halcón pardo), la lechuza común, el cárabo y el mochuelo completan el panorama de las aves rapaces.
En los humedales encuentra su habitat el discogloso pintado, un anfibio similar a una rana que solo se ha encontrado en Sicilia. También cabe destacar las 8 especies de murciélagos que viven en cavidades durante el día y una serie de roedores entre los que se encuentran el ratón quercino y el topillo sabio. Es inútil decir que los encuentros con los animales salvajes no son programables sino aleatorios: ¡esta es también la belleza de la Reserva!