Siete cosas que absolutamente debes hacer si viajas a Nápoles

Todos hemos oído hablar del monte Vesubio por su trágica erupción que destruyó por completo las ciudades de Pompeya y Herculano. Y aunque solo puedas admirarlo desde lejos, ya que es una parte dominante del paisaje que circunda la ciudad, también te recomendaríamos subir a él para vivir la experiencia real. Es sin duda un lugar impresionante, ya que es el único volcán de la Europa continental que ha entrado en erupción en los últimos 100 años, pero no debes dejar que esto le asuste. Hay diferentes opciones para ir a visitarlo, pero nosotros recomendaríamos contratar un tour en autobús, ya que hay algunos muy originales. De hecho, podrás disfrutar de la visita al mismo tiempo que recorres los viñedos de la zona y pruebas algunos de los deliciosos vinos y almuerzos locales. Sin duda será un viaje para recordar, y además la visita en sí no debería ser demasiado difícil físicamente. La caminata sólo dura entre 20 y 30 minutos, y es una experiencia increíble, ya que podrás contemplar la hermosa caldera y el cráter desde la cima.

Una de las mayores consecuencias de la erupción del Monte Vesubio fue la destrucción de la ciudad de Pompeya, que ahora se erige como un gran yacimiento arqueológico que sin ninguna duda, te recomendamos visitar, ya que los restos de la antigua ciudad romana se han conservado sorprendentemente bien gracias a que quedó enterrada bajo metros de ceniza, permitiendo explorar libremente las ruinas excavadas de calles y casas. El anfiteatro, el caso del Fauno, el templo de Apolo y el templo de Júpiter son algunos de los lugares más destacados del complejo arqueológico. También podrás encontrar restos óseos de personas que perecieron en el lugar durante la erupción. Y, por supuesto, una vez allí, tampoco puedes dejar pasar la oportunidad de visitar Herculano.

La puesta de sol es un momento muy especial durante el día, y aunque no estés de vacaciones debes aprovechar para disfrutarla. Pero en Nápoles se puede disfrutar de unas vistas especialmente encantadoras, que realmente merecen la ocasión. Probablemente, uno de los mejores lugares es el Castel dell'Ovo, un imponente castillo localizado en el puerto de la ciudad que levantado en una isla y conectado a tierra firme por un sendero. No es de extrañar que el Lungomare Caracciolo, el paseo marítimo que recorre la mayor parte de la costa, sea muy apreciado por la gente que visita o vive en Nápoles. Realmente ofrece una experiencia mágica a las personas que se aventuran en él, y más aún cuando el sol se pone y pinta de colores el mar. De hecho, si la recorres en su totalidad, irás desde Santa Lucía, hasta el encantador puerto de Borgo Marinaio, Castel dell'Ovo, y luego llegarás a la Riviera di Chiaia que es buena para la vida nocturna, antes de subir finalmente a Posillipo, una parte más alta de la ciudad.

Empápate de la esencia napolitana en Santa Lucía

Puede que piense que Nápoles es un lugar turístico, pero es mucho más que eso, y deberías asegurarte de vivirlo como un lugareño más. Una de las mejores maneras de hacerlo y empaparse de la cultura local es pasear por el barrio de Santa Lucía. Con sus románticas y estrechas calles empedradas, sus muchas tiendas, cafés y restaurantes, te hará sentir que estás en un lugar especial, más aún cuando hay muchos lugareños caminando por las calles que te harán sentir que estás viviendo la ciudad como un verdadero napolitano. Podrás probar algunas pizzerías auténticas, restaurantes de marisco, así como descansar en el mirador Rotonda di Via Nazario Sauro, que ofrece unas vistas maravillosas de la bahía de Nápoles y el monte Vesubio.

Como decíamos antes, una de las grandes ventajas de Nápoles es su estratégica ubicación que te permitirá explorar algunos de los tesoros más queridos de Italia. Para los italianos, hay una pequeña lucha entre la isla de Capri e Ischia, pero creemos que realmente deberías hacer ambas para decidirte. Con su escarpada costa y sus encantadores pueblos, Capri es sin duda un lugar del que querrás enamorarte. Además, está a sólo dos horas de Nápoles en ferry, lo que facilita mucho los desplazamientos diarios. Si subes al Monte Solaro llegarás al punto más alto de la montaña, y la cueva marina de la Gruta Azul es también un lugar increíble para visitar. Pero si Capri puede parecer demasiado turística, Ischia se presenta más bien como una joya oculta dotada de un singular encanto más accesible a todos los bolsillos. Además, alberga muchas fuentes termales, y en ella se encuentra el encantador pueblo pesquero de Sant' Angelo, la ciudad encalada de Forio, además de unas impresionantes playas de arena de color volcánico. Hay que saber que también es increíble para la gastronomía y el vino, incluyendo el marisco, los cítricos y, por supuesto, la pizza.

Sin duda, la Piazza del Plebiscito puede considerarse como la plaza principal de Nápoles. Aglutina un montón de monumentos importantes como el Palacio Real y la Basílica Real, estatuas entre las que se encuentra una dedicada a Carlos III de España, así como el Palacio Salerno,el Palacio de la Prefectura y muchos otros edificios históricos de una enorme belleza arquitectónica rodeados de columnatas.

Si Italia es el país perfecto para los amantes de la pizza, todos estaremos de acuerdo en que Nápoles es su epicentro. La ciudad es la cuna de la icónica Pizza Margherita y ofrece una gran variedad de lugares para comer algo delicioso. De hecho, es prácticamente un paraíso para los amantes de la comida, tanto si se opta por las trattorias como por los restaurantes con estrellas Michelin o la comida callejera. Por supuesto, no todo es pizza: Nápoles es también muy apreciada por sus famosos pasteles, como la sfogliatella, y la emblemática pasta rellena de ricotta. Pero la pizza y Nápoles están estrechamente unidas. La ciudad incluso dio su nombre a la pizza napoletana (o pizza napolitana), cuya base es el queso mozzarella y los tomates, pero que también se puede mejorar con otros ingredientes. También son muy populares en la ciudad la Pizza Fritta (pizza frita), los taralli (galletas saladas), el cuoppo (pescado frito en un cono) y los friarielli (verdura similar al brócoli salteado con aceite de oliva y ajo).