Publicado el 23/09/2016

#Naturaleza #Italia

Impresionantes pueblos y ciudades construidos al borde de un precipicio

Los pueblos edificados sobre acantilados y barrancos conforman fascinantes panoramas. Aunque son lugares de postal que dejan a nadie indiferente, algunas ciudades fueron construidas en zonas tan inaccesibles que dan sensaciones de vértigo. Además de su espectacular ubicación, estos pueblos encaramados sobre promontorios vertiginosos, ofrecen un legado cultural e histórico excepcional.

Riomaggiore, Cinque Terre, Italia

Cinque Terre es una costa formada por cinco pueblos maravillosos en la provincia de La Spezia, rodeados por el mar de Liguria. Riomaggiore es uno de estas cinco aldeas y cuenta con un centro histórico datando del siglo XIII. Está situado en el valle formado por el Río Finale. - © Krisztian Miklosy/123RF

Castellfollit de la Roca, España

En Cataluña, en la provincia de Girona, se encuentra este sorprendente pueblo asentado en un espectacular riscal basáltico, que es la consecuencia de la acción erosiva de los ríos Fluviá y Toronell. - © pabkov/123RF

Azhenhas do Mar, Portugal

Pequeño pueblo marinero, esta localidad portuguesa situada en la costa de Sintra, en lo alto de un acantilado, tiene un encanto único. - © sean pavone/123rf

Mesa Verde, Colorado, Estados Unidos

El Parque Nacional Mesa Verde, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco cuenta con numerosas ruinas de habitaciones y aldeas construidas por el pueblo anasazi. Destacan las construcciones elaboradas en cuevas y bajo salientes de los acantilados como Cliff Palace. - © alexeykamenskiy/123RF

Bonifacio, Córcega, Francia

Sin duda la ciudad más bella de la isla de Córcega en Francia, Bonifacio está ubicada en un emplazamiento privilegiado, en lo alto de un promontorio rocoso de piedra calcárea blanca, rodeado por la belleza del mar mediterráneo. - © hardyuno/123RF

Ronda, España

Este pueblo de la provincia de Málaga tiene un carácter mágico por estar situado en una meseta a unos 750 metros sobre el nivel del mar. Además aparece dividida en dos zonas por el famoso Tajo de Ronda, una garganta de 100 metros de profundidad. - © sepavo/123RF

Civita di Bagnoregio, Italia

Apodada la ciudad que se muere es uno de los pueblos más bonitos y singulares de toda Italia. Pero está a punto de desaparecer ya que la colina de toba donde surge la aldea sufre la erosión continúa de los dos torrentes que corren en los valles. Además la acción de la lluvia y del viento está favoreciendo la muerte de este lugar al que sólo se accede cruzando un puente peatonal. - © fpwing/123RF

Oia, Santorini, Grecia

La pequeña localidad de Oia en Santorini constituye una de las joyas griegas más bellas, con su número infinito de casitas blancas excavadas en la roca del acantilado. Su atardecer es uno de los más famosos y espectaculares del mundo. - © freeartist/123RF

La Paz, Bolivia

La capital de Bolivia se encuentra en medio de gigantes rocas y está asentada en un valle. - © adwo123/123RF

Pitigliano, Italia

Totalmente encaramado en lo alto de un promontorio, Pitigliano es sin duda el pueblo más fascinante de Toscana, por su belleza e historia. Está rodeado por una vegetación verde y marrón intenso típico de la zona. - © oltrelautostrada/123RF

Wadi Dawan, Yemen

Yemen es un país con muchas montañas altas y secas que tienen picos y mesetas que cubren la mayor parte del territorio. Wadi Dawan cuenta con varias ciudades y pueblos junto a las orillas del wadi y por encima de las terrazas y meseta de los alrededores. - © 123RF

Meterora, Grecia

Uno de los sitios más especiales del planeta es Meteora, un conjunto de peñascos de piedra arenisca formados bajo el mar hace 30 millones de años y situados en la llanura de Tesalia. Lo que más sorprende son los monasterios que coronan algunos de los peñascos. - © Andrei Pop/123RF

Vernazza, Cinque Terre, Italia

Situado sobre un pequeño promontorio, Vernazza se inclina hacia el mar y es uno de los pueblos más auténticos de la Riviera Italiana. - Martin Molcan/123RF

Bandiagara, Mali

En la región de Mopti, en la ciudad de Bandiagara, viven los dogones, un grupo étnico. Los acantilados de Bandiagara, fractura geológica de 200 km de extensión se sitúan entre la sabana y la planicie del río Níger. Declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, servían como refugio para los dogones gracias a sus pareces escarpadas de roca. - © michelealfieri/123RF

Piodão, Portugal

Esta aldea histórica refleja la capacidad de los hombres para adaptar de forma armoniosa sus construcciones a los lugares más inhóspitos. La arquitectura de este pueblo es excepcional: construcciones tradicionales de pizarra contrastan con puertas y ventanas de madera pintadas de un intenso color azul. - © Vãtor Ribeiro/123RF

Manarola, Cinque Terre, Italia

Situado en una colina, este pueblo de las Cinque Terre es una combinación perfecta entre una bonita playa sin arena, como una piscina natural, y una arquitectura única de una gran belleza. La localidad está encerrada entre dos espolones rocosos y extiende por el valle. - © kasto/123RF

Gordes, Francia

Encaramado en una colina en Provenza, este pequeño pueblo inspiró a varios pintores. Está situado en las colinas de Vaucluse a 370 metros de altitud y sus casas de piedras claras y callejuelas encantadoras hacen de este lugar uno de los pueblos más bellos de Francia. - © velirina/123RF

Positano, Italia

Uno de los lugares con más encanto de la Costa Amalfitana, a unos 40 km de Nápoles es Positano encaramado sobre un acantilado. Uno de los mayores encantos de esta aldea reside en su ubicación. - © freeartist/123RF

Guanajuato, México

Además del encanto de la época colonial, la capital del estado de Guanajuato nombrada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco goza de una situación privilegiada en una pintoresco valle, rodeado por las montañas de la Sierra de Guanajuato. - © albertoloyo/123RF

Rocamadour, Francia

Localidad francesa del departamento de Lot en la región Mediodía-Pirineos, Rocamadour goza de un emplazamiento de una gran belleza, por eso inspiró a varios artistas y suscitó la curiosidad de los arqueólogos. - © Martin Molcan/123RF

Los pueblos y ciudades construidos al borde de un precipicio constituyen lugares especiales y a veces espectaculares. Ubicados en zonas inhóspitas creadas por los fenómenos geológicos de la naturaleza, ofrecen paisajes únicos y mágicos. Los diferentes estilos de arquitectura se suman al encanto de la ubicación de estas ciudades, como las casas muy coloridas rodeadas por aguas azules en los pueblos de las Cinque Terre.