¡Un hotel de lujo en mitad de la Antártida!

Pingüinos, focas, glaciares... La Antártida alberga una gran variedad de increíbles tesoros naturales que muy pocos han tenido el privilegio de conocer. Este inmenso desierto blanco de nieve, hielo y roca se revela como uno de los ecosistemas más puros del planeta que no ha tardado en ser explotado con fines turísticos, recibiendo unos 30.000 afortunados visitantes cada año. Este creciente aumento de la demanda ha sido el caldo de cultivo que ha impulsado la creación de un nuevo concepto hotelero de alta gama que los creadores del hotel White Desert han sabido materializar casi a la perfección.

De estilo futurista y fuerte espíritu ecológico, el White Desert es uno de los establecimientos hoteleros más remotos del planeta. Desde su inauguración en 2006, cientos de viajeros han explorado los gélidos parajes del continente blanco hospedándose en sus grandes cabañas fabricadas a base de fibra, cuyas peculiares formas recuerdan a las de un iglú.

Estás habitaciones presentan una moderno diseño y cuidada decoración que combina revestimientos de maderas nobles con pieles y tejidos térmicos de alta calidad. A la hora de comer, el responsable de la cocina de este espectacular establecimiento no es otro que el chef privado de Lewis Hamilton, quien ha elaborado una finísima carta digna de un restaurante de renombre para el más absoluto placer de sus huéspedes, que pueden disfrutar de una agradable experiencia culinaria en una de las regiones más extremas del planeta.

¿Su precio? ¡64.000 euros por una escapada de una semana!

No obstante, todas estas lujosas tienen un precio bastante elevado para casi la mayoría de los mortales: 72.000 dólares por persona para una estancia de ocho días. Eso sí, la tarifa incluye los vuelos desde Ciudad del Cabo en Sudáfrica, el alojamiento, la restauración y varias excursiones por sus inhóspitos parajes (realizables solo durante el "verano", cuando las temperaturas descienden hasta los -10° en la costa y -30 grados en el interior...)

El hotel tiene una capacidad máxima para 12 huéspedes, manteniendo este cupo tan bajo para poder disfrutar plenamente de las diferentes actividades incluidas en el paquete, como la observación (y posible interacción) de algunas de las especies animales que habitan en el lugar, espeleología, senderismo o escalada, entre otras.

Un hotel de alta gama con un fuerte espíritu ecológico

Si el coste semanal por persona es tan elevado es también debido a la constante renovación de las instalaciones del hotel para tratar de minimizar el impacto ecológico en la zona con la llegada de turistas. Así pues, los materiales de este original resort son 100% naturales, como igualmente sucede con los productos de papel y la calefacción, que funciona mediante energía solar. El White Desert pone también cuenta con duchas colectivas para los viajeros, cuya agua proviene de un gran lago helado ubicado en los alrededores.

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