A pesar de su tamaño, Numea es una ciudad con encanto que posee un agradable paseo marítimo y playas a unos minutos del centro. Es mejor descubrir el corazón de la ciudad saliendo de la plaza de los Cocoteros. A dos pasos de aquí hay un sorprendente jardín tropical que alberga helechos arborescentes, especies raras de palmeras, ficus y hayas de Australia. Un poco más lejos, en la calle Sébastopol, hay antiguas casas coloniales con elaboradas verandas. También hay que ver la Catedral de San José. Construida por los presidiarios de finales del siglo XIX, es de estilo gótico y se distingue por dos torres cuadradas enormes de 25 m de alto. El interior posee un lustro impresionante de láminas de níquel. Y termina en el barrio del Pueblo: se trata de un conjunto de tiendas y de pequeños restaurantes en donde merece la pena pasar un rato.