Esta playa de arenas blancas y aguas verdosas, es la más grande del parque natural Islas Cíes y está ubicada entre la isla del Norte y la isla del Medio. Su belleza radica en el parecido que tiene con una playa caribeña, hasta el momento en que metes un pie en sus heladas aguas atlánticas, las cuales son muy tranquilas y sin oleaje.
Esta antigua guarida de piratas, es ahora un paraíso casi desértico, cubierto por pequeñas dunas que están arropadas por un lago de aguas impecables, el cual se comunica con el mar abierto. En este lago abundan los peces y crustáceos, que según las normativas del lugar solamente se pueden pescar de día y desde el puente. Como parte del paisaje no podemos olvidar mencionar el bosque de pinos que se extiende hasta los arenales.
Las Cíes son tres islas de montañas rocosas a las que puedes acceder en barco, saliendo del puerto de Vigo, Baiona y Cangas (17, 50 euros). El recorrido es de apenas una hora, pero tendrás suficiente tiempo de apreciar la Ría de Vigo y sus pueblecitos marineros. Sin embargo sólo se puede venir en verano y las visitas están limitadas a 2.200 turistas por día.
Más allá de su encantadora belleza, también encontramos gente amable, buena gastronomía concentrada en los pescados y mariscos de la Ría y varios lugares sencillos en donde pernoctar, incluyendo algunos para acampar.