Tierra de aventuras y de descubrimiento, con sus múltiples desiertos, Mauritania forma parte de esos país donde el tiempo se detiene. En los confines del Magreb y de África negra, entre mar y arena, el país de los mauros mezcla cultura y poblaciones árabes, bereberes y negras. Entre las tiendas mauras, los campamentos peuls y los cantos tradicionales de los narradores, Mauritania conserva una verdadera autenticidad desde la fabulosa oasis de la santa ciudad de Chinguetti hasta el erg Ouarane, gigantesca duna maciza que se extiende hasta las lejanías. Contempla Oulata, una ciudad remodelada con talento que se encuentra en la ruta de las caravanas en el medio del desierto. La aldea tiene un patrimonio cultural y arquitectónico abundante. Antes de llegar a las magnificas playas del Atlántico, descubrirás los cañones y pueblos del Adar. El parque natural del Banc d'Arguin, inscrito en la la lista del patrimonio mundial de la Unesco, es un sitio excepcional que combina desierto y océano. Un verdadero paraíso terrestre!