Ciudad de los diamantes, paraíso prohibido, encantadora urbe, Ámsterdam lo reúne todo y atrae una diversidad de turistas a los que, entre bicicletas, tulipanes y curiosidades, no pueden visitar todo pese a haber planificado cómo viajar a la capital de Holanda. De hecho, los atractivos son numerosos (canales, arte, literatura y coffee shops) y resulta difícil aburrirse en esta ciudad que mezcla tradición y modernidad a un ritmo tan suave y lento como el andar de sus canales. Además los holandeses son un pueblo de viajeros y generalmente tienen una mente abierta por lo que les interesa intercambiar opiniones.
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Para descubrir Ámsterdam, su riqueza arquitectónica y sus curiosidades, nada mejor como pasearse a lo largo de sus canales y perderse por sus callecitas. Y es que la Venecia del Norte
, sobrenombre de esta ciudad holandesa, tiene 165 canales, que suman más de 100 kilómetros y más de 1.000 puentes. El cinturón de canales de Ámsterdam está considerado Patrimonio de la Humanidad.
Entre museos, exposiciones y diversos eventos culturales, Ámsterdam tiene una oferta muy variada e interesante. El Rijksmuseum, el museo Van Gogh y la casa de Ana Franck son algunas de las curiosidades de la ciudad. Y por supuesto, una estancia en Ámsterdam incluye un paseo por el barrio rojo, famoso y controvertido por sus vidrieras.
Pasea por los cientos de canales que componen la ciudad, porque una de las atracciones de la ciudad son sus casas flotantes. A día de hoy aún quedan unas 2.500 casas sobre el agua.
Cuando cojas un taxi, pide la activación del taxímetro. Recuerda que la ciudad es pequeña y que un recorrido de 10 euros representa más de 5 minutos de ruta.
No es prudente pasearse de noche, sola en el barrio rojo si eres una mujer. Otro consejo para los primerizos: aquí conviene ser precavido con las bicicletas, no suelen detenerse en los cruces. Un verdadero peligro! Como te decíamos antes, traer hierba, es ilegal y además los controles en trenes y aviones son intensos cuando regresas de Holanda.
La capital del Gouda ofrece una amplia variedad de quesos. Prueba el gouda Ámsterdam añejo. ¡Es excelente! Si no, si la gastronomía holandesa no propone nada muy original, no hay más que preguntarle a un habitante de la ciudad que te orientará hacia un restaurante indonesio, francés o italiano. Sin embargo, la cerveza, bebida local sabrosa se sirve en todos lados e incluso, muchos bares proponen cerveza mezclada in-situ. Los amantes de pescado, apreciaran el arenque ahumado, marinado, grillado u en salsa.
Ni se te ocurra pensar en traer hierba, es ilegal y además los controles en trenes y aviones son intensos cuando regresas de Holanda. En el mercado de las flores, encontrarás bulbos, una idea de regalo original.