La Haya, residencia de la familia real desde el siglo XIII, rebosa de joyas y palacios. Las numerosas ruinas como las del monte de San Pedro y las cuevas romanas recuerdan la historia de esta antigua ciudad romana. El circuito turístico tradicional empieza siempre con la visita de los dos principales palacios, el Huis ten Bosh donde reside la familia real, el Noordeinde y el Lange Voorhout, reconvertido en museo. Los edificios parlamentarios, el Binnenhof y su famosa sala de los caballeros del siglo XIII, se pueden visitar cuando no hay sesiones oficiales.