En ningún sitio del mundo se encuentra una concentración tan importante de cumbres tan altas. Están formadas por enormes monolitos de granito que se levantan verticalmente, en paredes vertiginosas que terminan en puntas aceradas, a miles de metros por encima de los valles. En la cadena del Karakórum, se abre un circo grandioso que reúne 4 de los 14 picos de más de 8.000 m: el K2 (8.611 m, segunda cumbre más alta del mundo), el Broad Peak (8.047 m), el Gasherbrum I (8.068 m) y el Gasherbrum II (8.035 m). Al sur, el imponente Nanga Parbat, último bastión de la cadena del Himalaya, se levanta a 8.126 m. A esta lista, hay que ańadir 68 picos de 7.000 m (entre ellos, el Tirich Mir, a 7.708 m, en el Hindu Kush) y cientos de cumbres de más de 6.000 m.