El archipiélago de las Azores, región autónoma de Portugal, reagrupa nueve islas volcánicas perdidas en el Atlántico. El plan perfecto para recargar energía: desde las rutas por paisajes lunares hasta el avistamiento de ballenas a bordo de embarcaciones especialmente equipadas. Si no dispones de mucho tiempo, debes elegir. ¿Qué visitar? Corvo la rústica o Faial la azul, Flores la florida, Graciosa la cautivadora, Pico la volcánica, Santa Maria la campestre, São Jorge la salvaje, São Miguel la cosmopolita o Terceira la tradicional.
Las Azores no es el lugar más propicio para entretenerse mirando escaparates. Pero las colchas tejidas de São Jorge merecen la visita a la isla. Y además, no encontrarás nunca dos iguales. Lo mismo puede decirse de los vinos de Pico servidos en la mesa de los zares en las épocas de gloria. Los comercios abren de 09:00 a 13:00 y de 15:00 a 19:00, de lunes a viernes, y cierran los sábados por la tarde y los domingos.
Una olla con pollo, cerdo y ternera acompañada de col o patatas enterrada durante cuatro horas en un suelo que desprende fuertes vapores de gases sulfurosos... ¡Listo para comer! El cozido, puchero de las Azores, acaba de cocerse a fuego lento en la tierra caliente de Furnas en la isla de São Miguel.
São Jorge es falmosa por su queso con denominación de origen "Queijo São Jorge". Fabricado exclusivamente con leche de vaca, puede llegar a pesar 7 kg. De manera más general, en las Azores es típica la açorda, sopa hecha con agua, sal, grasa de cerdo y de pescado. Sin olvidar que las ricas aguas del archipiélago ofrecen una gran variedad de pescado para asar (sardinas, bacalao, etc.) y numerosos mariscos y crustáceos (langostas, santiaguiños, bálanos, etc.).
En cuanto a las bebidas, puedes encontrar vinos locales, cerveza (en São Miguel), licores de frutas y aguardiente.
El culto al Espíritu Santo, muy presente en la isla de Terceira, se practica en todo el archipiélago el quinto domingo después de Pascua. El pueblo elige a su emperador caritativo, que da de comer a los pobres y los protege de los peligros del volcanismo. A continuación, tiene lugar la "tourada à corda", espectáculo de tauromaquia que se desarrolla en el interior de las ciudades.
No te olvides de llevar un impermeable y un jersey, incluso en verano. Pero tras la tormenta, no te pierdas los arco iris que forman a veces puentes entre las islas.
Prepara bien tus visitas: los días y los horarios de los trayectos entre las islas requieren una cierta organización.