Santa Cruz es un pequeño municipio de menos de 30.000 habitantes. Situado en la costa este de la isla de Madeira, hay que recorrer unos 18 km para llegar a la capital Funchal. La ciudad es famosa sobre todo por su aeropuerto, pero también por la playa de Palmeiras. También posee dos piscinas naturales. Santa Cruz es una pequeña y bonita ciudad. Se han acondicionado varias zonas balnearias. De formación rocosa, las playas son de guijarros.
No olvides visitar la Casa de la Cultura de Santa Cruz. Allí se organizan exposiciones de artes plásticas durante todo el año. Podrás descubrir obras de artistas locales, pero también de otros países. Santa Cruz tiene un parque acuático, el "Aquaparque", con dos piscinas y cinco toboganes, cuatro pistas rápidas, un bar y vestuarios. Este lugar tiene capacidad para 1.000 personas. Es ideal para pequeños y grandes. Este parque está situado a proximidad del complejo balneario de Ribeira de Boaventura. Allí hay piscinas, duchas, solarium y una zona de restauración. El complejo también tiene un acceso al mar.
A proximidad de Santa Cruz, Camacha es conocida en todo el mundo por su folclore y por sus trabajos de cestería. Las tiendas de artesanía ofrecen numerosos accesorios y muebles de mimbre.
Venir en otoño: hay de 17 °C a 20 °C hasta diciembre. En primavera, esperar a marzo para evitar las lluvias. Para una estancia típica pero muy confortable, elige una "quinta" (antigua casa transformada en hotel con encanto). La mesa suele ser excelente; en cambio, la piscina, en proporción al número de habitaciones, es claramente más pequeña que en los grandes hoteles.
Si decides dar un paseo por una de las magníficas levadas (canales de irrigación de la isla), no salgas si no vas bien equipado. El paseo no suele ser muy peligroso, pero más vale prevenir que curar. Es importante ir equipado con un buen calzado deportivo y un jersey, ya que la temperatura es más fresca en las zonas altas. Tampoco olvides llevar una linterna para poder atravesar sin problemas los túneles oscuros. Y tampoco olvides llevar agua para hidratarte bien por el camino.
Pez espada a la banana, conejo, pulpo o bacalao como en Portugal. Fruta fresca: corojos (o anonas), mangos, papayas, frutas de la pasión. El suave clima de Madeira ha permitido que todos los árboles tropicales se adapten muy bien a la isla. De postre o a la hora del té, prueba los pastelitos de crema o los buñuelos de canela.
Vino de Madeira, dulces de pan de especias que se conservan varios meses, telas bordadas a mano (que se encuentran en forma de manteles, servilletas tapetes de mesa, pañuelos y blusas), artículos de cestería, especialmente botelleros. Para comprar vino de Madeira, empieza por una degustación en una fábrica. Visita también el museo del bordado para saber distinguir lo "hecho a mano" del resto.