Situada en la costa norte de la República Dominicana, Puerto Plata es una estación turística perfecta para aquellos que busquen vacaciones relajantes a un precio atractivo con muchos lugares para visitar. Exceptuando la playa de Long Beach, situada a unos minutos del centro de la ciudad de Puerto Plata, no hay inmensas playas de arena blanca como las de Punta Cana (costa este de la isla), pero se pueden hacer muchas excursiones y hay que destacar una vida auténticamente dominicana, tanto de día como de noche.
A la región del norte la llaman la costa de Ámbar a causa de sus importantes reservas de la famosa resina fosilizada, transformada en joyas y múltiples objetos de artesanía. Goza de un clima suave (tropical húmedo). Rica en café, azúcar, cacao y tabaco, esta región ofrece verdes paisajes que se componen de una vegetación tropical frondosa.
En esta costa es donde desembarcó por primera vez en la isla Cristóbal Colón y también fue él quien le puso su nombre actual a la ciudad, poblada de dominicanos sonrientes y acogedores, igual que lo son en el resto del país. Es agradable pasear por delante de las bonitas casas coloniales de madera, de estilo victoriano. Con respecto a las compras, Puerto Plata dispone de numerosas tiendas donde se puede comprar ámbar y souvenirs de todo tipo. A proximidad, se encuentra la estación balnearia de Playa Dorada, comunicada por el aeropuerto internacional Gregorio Luperón (situado 18 km al este de la ciudad). Esta estación se distingue por su vida turística: grandes hoteles, prestigiosos campos de golf, casinos, numerosas actividades deportivas.
Punto de partida de las excursiones, la ciudad de Puerto Plata presenta numerosos centros de interés por si misma. Se puede citar, en particular, el museo del ámbar, que reúne la colección de joyas más bella del país. Proponen visitas guiadas en varios idiomas de lunes a sábado, de 09:00 a 18:00. También hay que ver:
-El puerto y la Fortaleza San Felipe, a la entrada
-la avenida Malecón, que bordea el Océano Atlántico durante casi 5 km
-los mercados de artesanía (Mercado Nuevo)
-el faro Punta Fortaleza
Fuera de la ciudad:
-Río San Juan y la Playa grande
-la península de Samana para poder observar las ballenas jorobadas
Múltiples actividades deportivas, náuticas y culturales (curso de baile de Merengue y de Bachata, músicas propias de la República Dominicana) en Playa Dorada; los pueblos de Luperón, La Isabela, Punta Rucia, Montecristi (y su carnaval todos los domingos del mes de febrero), al oeste de Puerto Plata; los de Sosua, Cabarete (deportes de vela en especial), al este.
La ciudad de Puerto Plata ofrece bonitos paseos, desde el Parque Central, su pintoresco centro, a las torres de la Iglesia de San Felipe. El museo del ámbar, en la calle Duarte, un bello ejemplo de arquitectura victoriana, encierra una colección única de preciosas joyas multicolores. Numerosos expertos consideran que este ámbar es el más transparente del mundo.
Una maleta estival: ropa ligera de algodón, calzado abierto, shorts, blusas, camisetas... sin olvidar el bañador completado por prendas de abrigo y calzado deportivo para las escapadas a la montaña. Un chubasquero puede ser de utilidad durante la temporada de lluvias (de mayo a julio).
Para una estancia balnearia es mejor evitar alojarse aquí. En cambio, la actividad nocturna está en pleno apogeo. Es preferible una estancia en las proximidades de la ciudad para gozar de las extensiones de fina arena y de las aguas turquesa, descubriendo a la vez la auténtica vida dominicana.
Rica y condimentada, la cocina dominicana es el fruto de influencias a su vez criollas, europeas y africanas. Las féculas (arroz, batatas, plátanos machos), los pescados y crustáceos y los frutos tropicales son los alimentos básicos. Los guisos (el mondogo, sancocho), la carne de cabrito y el pescado cocido en leche de coco constituyen algunos ejemplos.
Las joyas de ámbar (resina oscura solidificada), de larimar (piedra azulada), los objetos de cuero, la cestería, las pinturas de estilo naif, heredadas de los indios Taínos, los CD de merengue y de bachata, los puros, la vainilla liquida, la mermelada, el ron y el café son los principales souvenirs que se pueden traer. Se encuentran por todas partes, especialmente en las playas y los mercados locales.